Los guerristas se agrupan, pero aplazan formar una corriente dentro del PSOE

Algunos ya habían buscado hasta el nombre bajo el cual agruparse: Acción Socialista. Los guerristas, o más exactamente los partidarios del ex presidente de la Federación Socialista Madileña, José Acosta, abrieron hace tres meses un debate sobre si se constituían en corriente organizada dentro del PSOE. Militantes y dirigentes de todas las federaciones de España de la misma afinidad política han estado pendientes de su decisión. Finalmente, se ha pospuesto dado que la inmensa mayoría del guerrismo no quiere constituirse en corriente, por lo que de desafío tendría hacia la nueva dirección encabezada por Joaquín Almunia.Dentro de seis meses volverán a planteárselo, aunque, eso sí, reconocen que forman un colectivo, pero sin nombre.

Cerca de 200 socialistas procedentes de todos los pueblos de Madrid se reunieron ayer en la escuela Jaime Vera de Galapagar para hablar de política. No fue su objetivo hablar exclusivamente de Madrid, sino de la política que debiera hacer el PSOE en su conjunto para toda España.

En esta reunión, prevista desde hace varias semanas, algunos pensaron que se produciría el nacimiento de una nueva corriente interna en el PSOE a la que llamarían Acción Socialista. No ha sido así y a la reunión de ayer llegaron sabiendo todos que la decisión de constituirse en corriente queda en suspenso y a lo mejor resulta definitivamente desechada.

Ni Guerra ni Rodríguez Ibarra

Los partidarios de formar una corriente llevan desde el mes de noviembre sondeando a la organización por si se dieran las condiciones para formarla. El planteamiento empezaba a fallar desde el momento que el ex vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, no sólo renunció a encabezar cualquier grupo dentro de su partido, sino que consideraba inconveniente la creación de una corriente a la manera de Izquierda Socialista.Como Alfonso Guerra no quería, todos los ojos se encaminaron hacia el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, por si acaso quisiera ser el nuevo líder del guerrismo. El político extremeño tampoco está por la labor de asumir la tarea.

"La decisión se ha aplazado porque la mayoría se siente incómoda ante la posibilidad de constituirse en una corriente cuando la nueva dirección del PSOE sólo lleva seis meses", reconocía a este periódico uno de los organizadores de la concentración de ayer.

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, conocía la existencia de la reunión de ayer y las inquietudes de sus participantes, ya que en las últimas cuatro semanas se ha reunido en dos ocasiones con José Acosta. Este último le ha asegurado a Almunia que cuenta con su lealtad y con su respeto. Quienes conocen a Acosta añaden, además, que siente un gran afecto personal por el secretario general del PSOE, a quien conoce hace másde 20 años. Otro tanto ocurre con Juan Barranco, portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Madrid, y otro de los participantes en la reunión de ayer.

Los participantes en esta reunión no dudan en reconocer que aunque no tengan nombre sí forman un colectivo que lleva trabajando junto nueve años. De momento, no se ponen etiquetas de más o menos a la izquierda de la línea oficial dado que quieren esperar a la evolución de la política de la nueva ejecutiva. "No queremos excluir a nadie, pero tampoco queremos que nos excluyan", ésta es una de las frases reiteradas de este colectivo que pone de manifiesto su temor a que como minoría queden marginados de la vida de la organización.