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La "cantera" nada en las piscinas

Las inscripciones de chavales en los clubes de waterpolo se disparan tras la medalla de oro de la selección

España encuentra oro en las piscinas de cualquier parte del mundo. La selección española de waterpolo ganó el pasado domingo el campeonato del mundo en Perth (Australia) y hace menos de dos años lograron la medalla de oro en los Juegos Olímpicosde Atlanta (Estados Unidos). La gente vibró con el equipo nacional, sobre todo en la final con Hungría, y hubo un seguimiento masivo por televisión. Sin embargo, es sólo un boom informativo, que dura unos días y después queda casien anécdota. Perolos niños tambiénse apasionaroncon este deporte acuático, y los clubes reciben más que nunca solicitudes para formar parte de los equipos infantiles.En Madrid, existen formas diferentes de acceder a un conjunto de waterpolo. Hay clubes privados, como el Canoe, Tres Cantos o el Encinas de Boadilla, que tienen instalación propia. Otros clubes utilizan piscinas municipales como es el caso de La Latina, Moscardó, Concepción, Isla o Cuatro Caminos, en la capital; o Coslada y Ondarreta de Alcorcón, en la periferia. También hay asociaciones o colegios que prestan un seguimiento eventual al waterpolo: Asociación de Vecinos de Orcasur, colegio Sagrada Familia, Casa de la Moneda. Y, por último, la Federación Madrileña ofrece igualmente la oportunidad de aprender este deporte. Los precios, horarios y la calidad de la escuela difieren según estas divisiones. Pero en todos existe un punto en común para formar parte de un equipo de waterpolo: una prueba de acceso en la que el conocimiento básico de natación es fundamental. En el Canoe, el club más tradicional de Madrid, un niño o niña que quiera jugar al deporte de Estiarte ha de pagar una cuota trimestral de 22.000 pesetas (los socios, la mitad) y recibir dos clases semanales más un partido de entrenamiento los viernes en el mismo periodo horario. En el Encinas de Boadilla la cuota es de 5.000 pesetas mensuales, con una matrícula de inscripción de 20.000. El club de Boadilla tiene un convenio con el Ayuntamiento de la localidad por el que algunos niños pueden recibir una subvención, tanto para natación como para practicar waterpolo en su piscina climatizada. En Tres Cantos, son los padres de los chicos que forman parte de la junta directiva y que deciden a principio de temporada la cuota anual. Este año es de 45.000 pesetas. En Tres Cantos, unos sesenta chicos, de 8 a 12 años, practican el waterpolo durante una hora diaria, los más pequeños, y hora y media, los mayores.

En las instalaciones públicas, el precio es similar. En Moscardó se paga una ficha anual de 60.000 pesetas, pero tienen la posibilidad de utilizar la piscina en la temporada de verano. Los entrenamientos son de media hora diaria. Otros, como la Asociación de Vecinos de Orcasur, ofrecen clases por 2.500 pesetas al mes, pero están sujetas a variaciones y sólo pueden realizar entrenamientos una vez a la semana, durante media hora, con un partido los viernes.

El entrenamiento es prácticamente el mismo en todos los clubes. Sólo depende del tiempo de utilización de la piscina. "Para aprender a jugar a waterpolo, tienen que aprender a nadar", señala Angel Manzano, delegado de información de Moscardó. Posteriormente, se pasa a enseñar a los chavales de la cantera del waterpolo una serie de aspectos técnicos: habilidades, flotación y cómo han de pasar el balón. Cuando alcanzan la edad de categoría infantil (12-13 años) ya se incorpora una labor de gimnasio para fortalecer los músculos, y en edad junior o juvenil se ha de realizar una doble sesión de entrenamiento. La criba no llega hasta la edad senior. Los niños disfrutan con la competición y desde infantil pueden jugar con su equipo, primero en las ligas territoriales, y más tarde, en las nacionales, como en los casos del Canoe, Ondarreta, La Latina o Moscardó. La federación cubre antes esta demanda con un torneo de prealevines, sin carácter competitivo, que comienza en febrero. Este año se ha querido crear más expectativa con partidos de tres equipos en uno. "Es la mejor forma de crear un mayor ambiente en las piscinas y despertar en el niño un interés añadido", apunta Manzano.

A pesar del intento de Madrid de potenciar el waterpolo, Barcelona tiene muchas cosas a favor para ser el paraíso de este deporte. Esa es la opinión de Javier Gil, entrenador de la Asociación de Vecinos de Orcasur: "En Madrid hay problemas de infraestructuras. La gran cantidad de clubes de Barcelona permite una utilización racional de piscinas, y aquí, como se usan también para natación, no tienen la profundidad debida". A estos inconvenientes se añade el hecho de que hay que esperar a que terminen las clases de natación para utilizar la piscina, ya que se necesita entera. Otra asignatura pendiente de clubes y federación es la potenciación de la categoría femenina. Hasta el momento, es un deporte que practican mayoritariamente los niños.

Direcciones. En la capital: Canoe, (c/ Pez Volador, s/n, teléfono 573 35 01). Concepción (c/ José del Hierro, s/n; 403 90 20). La Latina (plaza de la Cebada; 365 80 31). Moscardó (c/ Andrés Arteaga; 500 39 40). Piscina la Mina de Cuatro Caminos (c/ Monseñor Óscar Romero; 466 12 78). Isla (piscina del lago de la Casa de Campo, avenida del Ángel; 463 00 50). AV Orcasur (317 88 77, Moreja, 3). En la periferia: Club Las Encinas de Boadilla (carretera Boadilla-Pozuelo, km 1,400; 633 11 00). Club Tres Cantos, (avenida de la Vega; 803 25 37 y 803 17 17). CN Coslada (c/ Manuel María de Zulueta, 673 11 05). CN Ondarreta de Alcorcón (avenida del Olímpico Fernández Ochoa, s/n 611 69 05).

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