"La repostería de Madrid necesita atrevimiento"
Botellas de champaña, lencería, discos, camas, coches, casas o zapatos son algunas de las esculturas realizadas por Silvia Hicks, una irlandesa de 56 años que reside en Madrid desde hace tres lustros. Sus obras tienen una particularidad: están hechas para ser zampadas por que Silvia es pastelera y lo que hace en realidad son tartas "temáticas y tridimensionales". Casada con un piloto, con el que comparte dos hijas, acaba de inaugurar una repostería en una zona de reciente construcción junto al parque del Conde de Orgaz. Su primera vocación no tenía nada que ver con los pasteles, al menos en apariencia. Estudió bellas artes en Inglaterra y más tarde, en la localidad alicantina de Altea, donde vivió ocho años, se dedicó al diseño de ropa ibicenca. Fue en Madrid donde comenzó, en su propia casa, a elaborar pasteles divertidos para catering y restaurantes. Combinó sus conocimientos de escultura y pintura con la imaginación y la intuición culinaria para crear fantásticas esculturas para hacer comida, aunque algunas, como en las fallas de Valencia, logran salvarse de tan goloso final. Ha elaborado tartas para los Rolling Stones, la productora Walt Disney o la incombustible Barbie, a la que ha realizado varios vestidos en azúcar.Pregunta. ¿No le da pena que se coman sus esculturas?
Respuesta. A mí, no, pero a muchos de mis clientes les da una pena terrible tener que comérselas. Pero hay gente que no lo hace.
P. Pero si no las consumen,tarde o temprano tendrán que tirarlas.
R. No necesariamente. Yo trabajo con azúcar, mazapán, chocolate, galleta.... materiales duros y sólidos que me permiten hacer tartas tridimensionales. Utilizo un bizcocho especial y no le pongo crema o nata y, por tanto, aguantan mucho tiempo.
P. ¿Son golosos los madrileños?
R. Son golosos, pero muy clásicos en sus gustos. No salen de los cruasanes y los pasteles típicos de cada temporada, como el roscón de Reyes o los huesos de santo. A la repostería madrileña le vendría muy bien un poco de imaginación y atrevimiento.
P. Sus tartas son espectaculares, pero también serán caras.
R. Las hay desde 10.000 hasta 200.000 pesetas, depende del tiempo que tarde en elaborarlas, del tamaño y de la dificultad. Hay algunas en las que invierto más de una semana de trabajo. Pero también hago tartas de cumpleaños que son muy asequibles; rondan las 6.500 pesetas.
P. ¿Sabe que en España apenas hay mujeres que se dediquen a la repostería?
R. ¡Es cierto! La repostería está en manos de hombres. Espero que los reposteros madrileños me acojan bien; después de todo, lo que saben lo aprendieron de sus madres.Repostería City Bakery. Calle de Algabeño, 57. Teléfono 388 92 42.
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