Tres pistoleros matan a 22 musulmanes shiíes en un cementerio en Pakistán

Tres pistoleros mataron ayer a 22 musulmanes shiíes e hirieron a otros 55 durante un acto religioso en Lahore, al este de Pakistán, en el atentado más grave de violencia sectaria ocurrido en el país asiático en los últimos meses. El suceso se produjo en un viejo cementerio de la capital de la provincia de Punjab. Ningún grupo se atribuyó la paternidad del crimen, pero se sospecha que es obra de extremistas de la mayoría suní.

Según testigos presenciales, unos 200 slilíes, minoría a la que pertenece el 15% de la población musulmana de Pakistán, se encontraban congregados en el cementerio de Mopinpura, en el centro de la ciudad, a primera hora de la mañana, con motivo del aniversario de la muerte de uno de sus líderes. Tres personas bajaron de un vehículo, descargaron sus armas contra los asistentes durante varios minutos y emprendieron la fuga.El primer ministro, Nawaz Sharif, calificó el atentado como un "acto inhumano contra el islamismo" y no descartó que "manos extranjeras" estuvieran detrás del mismo. El jefe del Gobierno de Punjab ordenó la apertura de una investigación.

Las autoridades paquistaníes han acusado frecuentemente a los servicios de espionaje de India de patrocinar el terrorismo en Pakistán para vengar el apoyo de este país a los separatistas musulmanes que luchan por la independencia de la disputada región de Cachemira.

La policía declaró que el atentado parece ser parte de una ola de violencia sectaria en Punjab, donde grupos rivales de la mayoría suní y de la minoría shií se acusan mutuamente. Un centenar y medio de personas murieron el año pasado allí como consecuencia de atentados religiosos. El 95% de los 140 millones de habitantes de Pakistán son musulmanes y los suníes y shiíes viven en armonía en todo el país excepto en Punjab.