La lotería del chapuzón

, No se trata sólo de que el cuerpo serrano les pida pegarse un chapuzón. Es que la impaciencia, para qué negarlo, les reconcome. Los vecinos de Getafe (143.000 habitantes) han perseverado doce largos años reclamando, infatigables, a sus munícipes la construcción de una piscina cubierta. Ahora que la anhelada pileta ya casi puede palparse y que el Ayuntamiento incluso ha vaticinado una fecha inaugural -el próximo 2 de marzo-, las ansias natatorias se han desatado por toda la ciudad sin remisión. El plazo para apuntarse a los futuros cursillos de natación se abrió el pasado miércoles, y a media mañana de ayer, en apenas 48 horas, ya se había superado el millar de inscripciones.

A los trabajadores de la delegación municipal de Deportes les está tocando vivir unas jornadas frenéticas. Febriles. La avalancha de ciudadanos ávidos por tirarse a la piscina es tal que a los cuatro funcionarios del servicio de administración ha habido que socorrerlos con otras cinco personas más: en total, nueve trabajadores sellando, en sesiones de mañana y tarde, peticiones que garanticen próximas zambullidas.

Desgraciadamente, no habrá para todos. Pese a que los responsables del deporte local habían previsto un número apreciable de plazas (2.159), entre cursillos para niños, menos niños, mayores, jubilados, aprendices, mamás en estado de buena esperanza y amantes del agua-gym -émulos de Jane Fonda, peto con flotador-, lo sucedido en estas primeras horas permite presagiar, sin asomo de duda, que la demanda superará a la oferta. "Sospechábamos que había expectación", reconoció el director técnico de Deportes, Ángel Bustos, "pero esto es la locura".

Así las cosas, para el próximo 4 de febrero ya se ha fijado un sorteo con el que determinar quiénes se zambullen y quiénes no. El método, por aquello del llamado síndrome del sorteo de la mili, aún está por determinar, aunque parece que al final se optará por los clásicos cuatro bombos. "De todos modos, uno de nuestros técnicos también es matemático, y ya le he dicho que analice el tema, que yo luego no quiero follones", confesó Bustos.

La tan ansiada piscina cubierta, ya en sus últimos retoques, se levanta en el nuevo barrio de Getafe Norte y cuenta con. 513 millones de pesetas de presupuesto. Pocas cosas se le han echado tantas veces en cara al alcalde, Pedro Castro (PSOE), como su tardanza a la hora de construirla. En cierta ocasión, una señora le llamó a la radio y le espetó: "Cada vez que cojo la camioneta a Fuenlabrada para hacer en su piscina mis ejercicios de rehabilitación, me río yo de eso de que somos la capital del sur". Seguro que la buena mujer estará el día 4 muy pendiente del bombo.