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La última aventura de 'Al filo de lo imposible'

Homenaje a Mariano Barberán y Joaquín Collar, tripulantes del legendario 'Cuatro Vientos'

, El programa de documentales de Televisión Española Al filo de lo imposible ha rendido un peculiar homenaje cubano en su última aventura a Barberán y Collar, los dos legendarios tripulantes del Cuatro Vientos que en junio de 1933 cruzaron el Atlántico por su parte más ancha en un viaje de 40 horas y 7.320 kilómetros, entre Sevilla y la ciudad cubana de Camagüey, que batió todos los récords de la época. La forma elegida por Al filo de lo imposible para recordar la hazaña ha sido no menos arriesgada batir el récord del mundo de distancias recorridas sobre el mar en paramotor, un artefacto con sospechoso aspecto de ventilador, con el que el piloto Laureano Casado intentó cruzar los 210 kilómetros de distancia que separan el cabo de San Antonio, en Cuba, de la localidad mexicana de Cancún."Fue precisamente haciendo un viaje similar, 10 días después de haber llegado a Cuba, donde fueron recibidos como héroes, que el capitán Mariano Barberán y el teniente Joaquín Collar desaparecieron para siempre con el Cuatro Vientos, después de haber partido del aeródromo habanero de Columbia con destino a México", afirma el coguionista del documental, Javier Ortega. "Según algunas teorías, cayeron al mar", indica Ortega. Otros investigadores sostienen que cayeron en algún lugar de la zona donde confluyen los Estados de Puebla, Veracruz y Oaxaca, y fueron asesinados por bandidos que se deshicieron de los cuerpos y del avión.

Casi 65 años después de aquella aventura, un equipo de Al filo de lo imposible llegó a Cuba, el 26 de noviembre pasado, para volar y filmar imágenes en la isla durante tres semanas. El propósito consistió en homenajear a estos dos precursores españoles de la aviación con un documental que mezcla la narración de la historia y vicisitudes de Barberán y Collar con la arriesgada aventura de cruzar más de 200 kilómetros sobre el mar en una nave innovadora en el campo de la aeronáutica: un Daramotor o especie de parapente unido a un motor que, instalado en espalda del piloto le impulsa a una velocidad máxima de 40 kilómeros por hora.

Para lo primero e utilizó material le archivo, junto a las imágenes acutales tomadas por las cámaras de al filo de lo impoible en Camaüey, en el Centro Gallego de La Habana desde donde Barberán v Collar llamaron en junio de 1933 al entonces presidente Manuel Azaña-, en el Museo del Aire, donde está la carta de navegación original utilizada por los tripulantes del Cuatro Vientos, y en otros lugares de Cuba por donde pasaron los aviadores durante su estancia de 10 días en Cuba en junio de 1933.

El vuelo en parapente fue algo más complicado. El pasado 9 e diciembre, Laureano despegó esde la misma base del faro Ronafi, en el cabo de San Antonio, a las 8.45. Viajó con un barco de apoyo, que debía protegerle en caso de cualquier emergencia, así como para servirle de punto de reportaje de combustible, operación que realizó en dos ocasiones a lo largo de las siete horas que duró la travesía. Cuando estaba a 20 millas de la costá mexicana, ya en aguas jurisdiccionales de este país, un fuerte viento frontal redujo su velocidad de avance apenas cinco kilómetros por hora, y en esas circunstancias, con la noche casi encima, Laureano y el equipo de Al filo de lo imposible optaron por concluir la aventura.

El documental costó aproximadamente ocho millones de pesetas, y en su realización colaboró el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica. La gasolina de más de 98 octanos hubo de ser suministrada por las Fuerzas Armadas de Cuba y la burocracia jugó algunas malas pasadas a los nueve miembros del equipo de Radiotelevisión Española, como cuando el lunes 8 de diciembre, cuando las condiciones meteorológicas eran buenas, no pudieron salir por problemas de desorganización y permisos militares que no llegaron a tiempo. Al final, todo salió bien. Y Barberán y Collar volverán a volar otra vez -pero en televisión-, casi 65 años después de que despegasen del aeródromo de Tablada (Sevilla), un 10 de junio de 1933, en el Cuatro Vientos, un breguet XIX superbidón con motor hispano-suizo de 650 caballos de potencia.

La última aventura de Al filo de lo imposible antes de ésta fue la ascensión del monte Coock, de 3.748 de altura, la montaña más alta de Australasia. Un equipo del programa, dirigido por Sebastian Alvaro, alcanzó la cumbre el pasado 7 de noviembre.

Al filo de lo imposible es un programa de documentales producido por Televisión Española con una trayectoria de 15 años realizando y narrando en imágenes aventuras por todo el mundo, como, por ejemplo, la travesía a pie al Polo Sur geográfico; la escalada de 10 montañas de más de 8.000 metros, entre ellas el Everest y el K2, la más alta del mundo y la segunda más alta y, sin duda, la más difícil respectivamente; así como espeleobuceo en los cenotes de Yucatán, o la travesía de los Andes en globo.

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