Familias con problemas
Resultan inquietantes las cifras que dan cuenta de la progresión de la violencia en las escuelas. En los centros de Seine-Saint Denis, cerca de París, el número de ataques y violaciones sexuales se duplipó durante el curso 1995-96. El número de alumnos sorprendidos con armas blancas u objetos contundentes se triplicó. La historia de estos centros empieza a estar cargada de sucesos dramáticos, como la muerte a cuchilladas de un escolar de 15 años que se negó a entregar su reloj o los ataques en grupo a alumnos y profesores.La estampa familiar de muchos delincuentes juveniles la componen un padre en paro o con trabajo precario, una madre ausente del hogar que trabaja en casas ajenas y los hijos libres de tutela que practican a fondo el absentismo escolar y matan las horas ante la televisión o en la calle.
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