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FRENAZO AL NUEVO PLAN DE RESIDUOS

El plan de basuras embarranca porque la planta de Pinto carece de licencia

El plan regional de residuos sólidos urbanos, proyecto estrella de la Consejería de Medio Ambiente, ha sufrido un frenazo en seco. La entrada en funcionamiento en Pinto de la nueva planta de separación de basuras inorgánicas (metales, tetra-briks y plásticos), pieza básica en la puesta en marcha del plan, se quedó ayer en un mero simulacro. El Gobierno regional, que ha invertido 684 millones de pesetas en su construcción, ha tenido que suspender la puesta en marcha porque la nave carece de la licencia municipal de primera ocupación. El Ayuntamiento de Pinto (25.100 habitantes) no ha concedido el permiso porque "no ha dado tiempo desde que se recibió la solicitud [el 30 de diciembre]", según afirmó ayer el alcalde de la localidad, Antonio Fernández, del PSOE."Tendremos que esperar hasta que nos den la licencia para poner en marcha la nave", reconocía ayer con resignación Luis Otero, gerente de Gedesma, la empresa pública que gestionará la actividad en la planta. Así las cosas, la consejería sólo podrá, de momento, almacenar en Pintolas bolsas amarillas con los restos inorgánicos, pero no clasificarlos ni tratarlos, tal y como reconoció el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja.

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El regidor de Pinto acudió ayer al estreno de la nave para comprobar si entraba en funcionamiento pese a carecer de la correspondiente licencia. En tal caso, tenía intención de emitir ayer mismo un decreto en el que se ordenara la paralización de la actividad mientras la planta no cumpliera con todos los requisitos administrativos. No fue necesario. El regidor aseguró que la apertura definitiva de las instalaciones aún se demorará, puesto que faltan por tramitarse la licencia de primera ocupación y la de actividad. Mayor Oreja no acudió a la presentación de la planta, a pesar de que se trata de su proyecto más largamente anhelado, para evitar un encontronazo con el alcalde socialista. Pero no se quedó callado. Desde su despacho acusó al máximo mandatario pinteño de anteponer sus intereses partidistas al interés general de los ciudadanos.

La planta de clasificación de residuos sólidos urbanos de Pinto es la primera de las tres que quiere levantar la consejería en la región. La segunda se construirá en el Corredor del Henares y los primeros ladrillos se colocarán este mismo año. La tercera se levantará en algún punto de la zona norte de la región y la obra se iniciará en 1999.

Este enfrentamiento no ha sido el único surgido a raíz de la puesta en marcha del nuevo plan de residuos. Numerosos alcaldes solicitan a la Comunidad cientos de millones para financiar el nuevo servicio de recogida.

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Medio Ambiente acusa al alcalde de Pinto de aplicar una política ''mezquina y detestable"

VIENE DE LA PÁGINA 1El consejero Mayor Oreja estuvo muy pendiente toda la mañana de ayer de cuanto sucedía en Pinto. A última hora, tras confirmar sus peores presagios, estalló. A su entender, el munícipe pinteño, del PSOE, está sirviéndose de sus atribuciones municipales para 11 anteponer los intereses partidistas por encima de los intereses de los ciudadanos". Y ello le merece un juicio muy severo: "Es una política mezquina que detesto personalmente", subrayó. Pese al revés administrativo, el ministro de Ruiz-Gallardón sigue defendiendo con entusiasmo su proyecto más emblemático. Ayer alardeó de que la planta estaba lista para funcionar, tal y como prometió, "y pese al escepticismo de algunos". "Ahora nos encontramos con una situación particularmente ridícula", agregó: ''La de que haya que almacenar bolsas y bolsas junto a una planta que se encuentra en condiciones de tratarlas. Es como si tuviéramos un coche en perfecto estado, pero no nos dieran las llaves para arrancarlo". De hecho, toda la compleja maquinaria de la planta echó ayer a andar, durante unos breves minutos, en un simulacro para los periodistas allí desplazados. La prueba obtuvo un éxito sólo relativo, puesto que un buen número de tetrabriks acabó en el compartimento destinado a metales no férricos. "Es que la plantilla todavía no se encuentra al completo", se excusó uno de los responsables de Gedesma, la empresa que gestiona la planta. Pagar y punto

En cualquier caso, y puesto que el Ayuntamiento de Pinto apela a que aún faltan dos licencias para que todo esté en orden, al Gobierno regional no le queda más alternativa que cruzarse de brazos y esperar. El regidor, Antonio Fernández, avisó ayer que acudirá a los tribunales si, la Comunidad se salta la legalidad, pero todo apunta a que no será necesario.

"Esperaremos, pagaremos las licencias y punto", aclaró Mayor Oreja. Pero agregó: "El parón es responsabilidad del alcalde. Tendrá que ser él quien explique a los trabajadores de la planta, entre ellos cuatro discapacitados, por qué se ha llegado a esta situación-. La primera vez que hablé con él de la planta me dijo que no había problemas y se alegró de que se generasen puestos de trabajo. Ahora debe haber recibido desde arriba la directriz política de que nos dé caña".

Las diferencias entre el Ayuntamiento de Pinto y la consejería se remontan a septiembre. El día 23 de ese mes, Antonio Fernández emitió un decreto para la paralización de las obras de construcción de la planta. "Llevaban quince días trabajando sin la licencia de obra necesaria", explicó ayer, "y la paralización persistió hasta que Gedesma no pagó los 15,5 millones de pesetas que valía la licencia". "Esto demuestra la prepotencia del consejero-, insistió el munícipe, -que anuncia a bombo y platillo la puesta en marcha de la planta cuando aún carece de las licencias necesarias".

Antonio Fernández aseguró que será el próximo día 12 de enero, en comisión de gobierno, cuando el consistorio le otorgue a la planta la licencia de primera ocupación. "Pero luego tendrán que sacar otra licencia, la de actividad, y para eso tienen que presentar el proyecto de instalaciones de la planta", añadió. Para Fernández, la puesta en marcha del recinto de separación de residuos inorgánicos ha sido ''precipitada", y forma parte dela filosofía del PP, "en la que siempre se da prioridad a la imagen y a lo de cortar cintas". A pesar de haberle echado el freno a la planta, el alcalde de Pinto se proclamó partidario del tratamiento de los residuos sólidos urbanos. "Pero nos tienen que pagar el nuevo servicio de recogida de la basura inorgánica", exigió, como han hecho otros muchos regidores de la región.

El grupo regional de Izquierda Unida ha propuesto, incluso, que ese sobrecoste debe cubrirlo no la Comunidad, sino el propio Ministerio de Medio Ambiente. Pero a Carlos Mayor Oreja no le convencen estos razonamientos. "Lo importante era lanzarse, y cuanto antes, mejor. Predicar la defensa del medio ambiente cuesta dinero, pero no sólo a la Comunidad, sino también a los Ayuntamientos", planteó.

El consejero glosó su plan como "el proyecto más serio para separar en origen las basuras que ha realizado una comunidad autónoma", y agregó: "Si esto no es vanguardismo, progresismo y ecologismo, que me lo expliquen. Y qué curioso que sean los Ayuntamientos del PP, los de derechas, quienes lo apoyan frente a los teóricos progresistas".

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