El crimen de Almendralejo resalta la falta de medidas para proteger a las mujeres

El asesinato de Josefa Díaz Narro, de 50 años, a quien su marido disparó con una escopeta el día de fin de año en Almendralejo (Badajoz) tras recibir una orden judicial que le obligaba a abandonar el domicilio conyugal, ha desatado una nueva oleada de críticas en demanda de medidas contundentes para proteger a las mujeres de la violencia de sus esposos. La crónica negra que vivió Granada el 18 de diciembre, cuando Ana Orantes, de 60 años, fue asesinada por su ex marido, que la quemó viva por haber denunciado en televisión los malos tratos sufridos durante 40 años, volvió a escribirse en Almendralejo el 31 de diciembre. "Me marcho. Voy a matar a mi mujer y después me mataré yo". A las cinco de la tarde, media hora después de pronunciar la frase en un bar, José Rodríguez Rangel, de 55 años, disparaba una escopeta contra su esposa, Josefa Díaz Narro, de 50, y se suicidaba. Ambos fueron enterrados ayer en el cementerio municipal. ''la pegaba, claro que la pegaba", relató una vecina que dijo conocer bien a Josefa. "Ella aguantó hasta que se hartó y pidió la separación". Entre los asistentes se encontraba la directora general de la Mujer de la Junta de Extremadura, Josefa María Caraballo, quien criticó que no se hubiesen tomado medidas para protegerla. Distintas asociaciones han .convocado para hoy en Almendralejo una concentración de rechazo a los malos tratos a las mujeres. A sus quejas se han unido Jueces para la Democracia y sindicatos como Comisiones Obreras. Según datos del Instituto de la Mujer, en 1997 murieron en España al menos 60 mujeres por agresiones de sus maridos o compañeros, y cada hora que pasa 30 mujeres son maltratadas.Según un informe difundido por la cadena SER, la ONU insta a los países miembros a perseguir los malos tratos en la familia civil y penalmente.