Líderes regionales del PSOE se oponen al sistema de primarias para elegir candidatos
Líderes regionales del PSOE consideran un error introducir en el partido el sistema de elecciones primarias para elegir candidatos a las alcaldías de las grandes ciudades, las presidencias autonómicas y la presidencia del Gobierno. Así lo pusieron de manifiesto varios barones autonómicos socialistas en la última reunión del Consejo Político Territorial, órgano que reúne a los secretarios generales. Estos dirigentes piensan que se equivocaron al votar esa medida en el congreso federal de junio y al introducir esa novedad en sus estatutos en los congresos regionales. Ahora consideran que las primarias lejos de presentar al PSOE como un partido abierto pueden originar conflictos entre los candidatos y dejar al vencedor debilitado.
A lo hecho pecho. En principio ésta ha sido la respuesta dada por la Ejecutiva al escuchar los argumentos de estos líderes territoriales, aunque al final es muy posible que la propuesta vaya modificándose por la fórmula de las excepciones. Hace 15 días, en la reunión del Consejo Político Territorial, varios secretarios regionales llamaron la atención sobre el peligro de introducir primarias para las elecciones autonómicas y municipales que se celebrarán en junio de 1999.Juan Carlos Rodríguez Ibarra, secretario general de Extremadura; José María Barreda, secretario general de Castilla-La Mancha; y Jesús Quijano, secretario general de Castilla y León, fueron algunos de los que pusieron las principales objeciones, según asistentes a la reunión.
El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, calificó de "disparate" la introducción de primarias y puso sobre la mesa diversas situaciones contradictorias que a su juicio pueden darse: ''¿Los diferentes candidatos al mismo puesto haremos campana unos contra otros?'', "¿Yo ofrezco tres polideportivos y mi contrincante con las mismas siglas cinco?", "¿Quién elabora el programa, el candidato o el partido?''.
El responsable de los socialistas castellano-manchegos, José María Barreda, expuso otras razones para mostrarse en contra. Barreda reconoció que el objetivo de abrir el partido era muy loable pero apostó porque previsiblemente no se percibiría así sino que daría públicamente la impresión de que sólo se hablaba de cuestiones internas y de las peleas.
Además, Barreda advirtió de otro peligro. El dirigente manchego teme que por ese sistema los militantes elijan a un candidato con gran apoyo interno pero que no sea el que más apoyo social tenga cuando a quien realmente tiene que gustar es a la ciudadanía que es la que deposita el voto en las urnas.
El secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Jaime Lissavetzky, consideró por su parte que había que arbitrar una fórmula que impidiera el enfrentamiento entre varios candidatos.
Como Juana de Arco
Los interlocutores consultados resumían así la situación que puede darse: "Quemamos a los candidatos tres veces: en las elecciones primarias locales, en las regionales y, en las urnas. Al final, sale como Juana de Arco". Otro dirigente regional presumía que el futurible candidato saldría de este proceso "bien macerado".No hubo reproches a nadie en esa reunión, que dirigieron el secretario general, Joaquín Almunia, el secretario de organización, Cipriá Ciscar, y el responsable de Política Autonómica, Ramón Jáuregui, porque todos los presentes se consideran corresponsables al haber votado esa resolución en el 34º congreso, el pasado mes de junio, para los nuevos estatutos del partido.
Asistentes a la reunión del último Consejo de Política Territorial del PSOE aseguran que Joaquín Almunia no respondió a estas cuestiones en tanto que el secretario de organización apeló para zanjar el debate a lo aprobado por el citado Congreso federal. "Los miembros de la ejecutiva parecían resignados", dijo uno de los asistentes.
Lo aprobado en el Congreso dice así: "El Comité Federal designará una Comisión encargada de elaborar una propuesta sobre los procedimientos internos que se deban aplicar para la realización de elecciones primarias en los procesos de selección de candidatos a Presidente del Gobierno y de las Comunidades Autónomas".
En el preámbulo de ese punto se especifica que las primarias pueden suponer un elemento positivo para el partido "y para la vida política" porque "se acrecentará la vinculación de los ciudadanos, y especialmente de los votantes, con el partido". Esta teórica implicación de los ciudadanos, sin embargo, no parece tan clara porque en principio sólo pueden proponer candidatos Ios órganos del partido del correspondiente ámbito o un número determinado de afiliados".
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