El metro amanece media hora más tarde y los 'búhos' se refuerzan

El metro y los trenes de cercanías celebran, a su manera, la Nochevieja. El metro mantiene esta noche su horario habitual hasta la 1.30. El subterráneo madrileño abrirá el día 1 de enero sus puertas algo más tarde de lo habitual, a las siete de la mañana.

Tampoco dispondrán de servicio especial los trenes de cercanías. Los últimos convoyes parten esta noche entre las 21.00 y las 21.30, y para el día de Año Nuevo madrugarán menos que el resto del año, entre las 7.00 y las 7.30.

Desplazarse en automóvil en Nochevieja por el centro de la ciudad no resultará tarea fácil. La Policía Municipal advierte que habrá cortes y desvíos en las calles próximas a la Puerta del Sol desde las diez de la noche.

Tras las 12 campanadas, un dispositivo de 100 agentes controlará los posibles atascos de la zona centro, especialmente en los ejes del paseo del Prado, Recoletos, paseo de la Castellana, calle de Alcalá y Gran Vía. También se han anunciado controles preventivos de alcoholemia en varios puntos.

Para no padecer frente al volante ni caminar demasiado, la solución más barata y eficaz pasa por tomar los autobuses nocturnos, los populares búhos.

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) reforzará este servicio desde la una de la madrugada hasta las seis de la mañana con cuatro coches en cada una de las 20 líneas nocturnás. La EMT mantendrá el servicio normal diurno de autobuses durante el Año Nuevo.

Los ensayos en el reloj de la Puerta del Sol comenzaron ayer. Según dos expertos relojeros, "salvo una avería gorda de última hora, aquí todo está perfecto". A nadie se le escapa el fiasco del año pasado, cuando la velocidad supersónica de las campanadas -duraron sólo 17 segundos- elevó el acto de comerse las uvas a la heroicidad. La duración total de las campanadas oscilará, si nada falla a última hora, entre los 24 y los 38 segundos.