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Un Rastro de versos

Una decena de artistas ofrecen un recital de poesía en la Ribera de Curtidores

Una decena de poetas regó ayer el Rastro con sus versos en el último día del otoño. Desde la atalaya de las escalinatas de la Ribera de Curtidores recitaron los poemas del libro Aldea Poética, editado por Ópera Prima. La idea partió de la empresa editora. "Queríamos llevar la poesía a la calle, que la gente descubra que los poetas también hablan de lo cotidiano", explicó María Campuzano, responsable de Ópera Prima que ha organizado actos similares en conventos, piscinas y fábricas.Rompió el hielo la misteriosa voz de la actriz Patricia Gabay con la guitarra de Óscar Díaz. "Vuélcate sobre mí, derrama toda la luz de tu incipiente primavera, extrema tu sonrisa, espera, espera, haz que todo tu cuerpo sepa a boda", declamó con rotundidad. Patricia leyó un poema de Santiago Costelo. La fuerza de sus palabras paralizó la actividad consumista de decenas de personas que visitaban en ese momento los puestos del Rastro.

Algunos tenderos se quejaron de que la poesía les hacía competencia. Muchos paseantes se detenían frente a la escalinata y provocaban atascos en el tráfico de peatones de la Ribera de Curtidores: "Que se vayan a otro sitio", gritó uno de los comerciantes. "La gente se para a escucharles y hay un tapón de mil demonios", agregó. Vicente, dueño de un puesto de alfombras, reconocía que le gustaba la poesía, pero no en el Rastro. "Aquí no es buen lugar, la gente se apelotona y no puede comprar", decía.

Ópera Prima optó por acortar el recital para no enfurecer a los vendedores. A la escalinata de la Ribera de Curtidores subieron Enrique García Trinidad, Eliseo García Nieto, Vicky, Antonio Nieto, Enrique Redel y Ana Caballero. Ésta última relató tras su poesía: "Mientras recitaba he mirado a los árboles, a las casas y también me fijaba en la cara de la gente para llegar más". El cantautor Diego Blázquez cerró el acto con dos estrofas: "Si te vas de mi lado ten cuidado, puedo no volver, si te metes en mi cama, ten cuidado, puedo estar". Irene Baños, una socióloga que paseaba por allí, estaba entusiasmada con el recital: "Me parece una idea genial e innovadora".

El libro Aldea Poética. La poesía nos une, que ayer leyeron los trovadores del Rastro, se gestó hace un año. La editorial Opera Prima llamó a todos los rincones del mundo en busca de poetas. Recibieron más de 2.000 poemas. Seleccionaron 126 de consagrados y noveles.

Y les puso un epílogo: "Escribir poesía es algo así como masticar el agua del mar hasta que nos sepa la boca a océano. Garabatear una hoja con palabras que activan la antigua caja en que guardamos la memoria; ése es uno los placeres más delicados, más exquisitos, más intensos".

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