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Tribuna
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Golpe de orgullo

Reacción. Cuando el Madrid iniciaba el juego tenía problemas para que el balón le llegara a Redondo y éste pudiera distribuir, por lo que se vio obligado a jugar más en largo. Sin balón, la presión era débil e individual. Le costaba recuperar el esférico, y se veía obligado a ceder terreno. Herido en su orgullo, reaccionó de la mejor manera posible: se mostró más agresivo; se adueñó del balón; dio más velocidad a su juego.Asumiendo riesgos. Tras la lesión de Amavisca, Heynckes reestructuró el equipo: puso a Guti en la izquierda del rombo, a Raúl en la media punta y sacó a Morientes arriba. Raúl, desde su nueva posición, ganó en movilidad y participación. Conectó mejor con Suker y llegó muy bien al espacio. Fueron los mejores momentos del Madrid. En el segundo tiempo, el Madrid fue perdiendo intensidad. Tras conseguir el gol, retrasó sus posiciones, pasando bastantes apuros.

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El Madrid saca buena nota

No pudo. Tras superar los primeros compases del segundo tiempo con muchos sufrimientos pero indemne, el Espanyol se estiró. Salió bien de la presión y manejó el balón con sentido, pero le faltó fuelle en los metros finales.

Suker. De su cara ha desaparecido la frustración. A sus dos goles en momentos decisivos hay que sumar el entusiasmo con el que se empleó. Mucho más rápido de desplazamiento y de ideas desbordó con facilidad. Es, sin duda, el mejor fichaje del Madrid para la segunda parte de la Liga.

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