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La Comunidad condena a muerte por decreto a los 'after-hours'

Los propietarios de los 20 afterhours que funcionan en la capital ya pueden ir entonando una canción fúnebre para sus establecimientos. El consejero de Presidencia, Jesús Pedroche, rubrico ayer un decreto de desarrollo parcial de la Ley de Espectáculos que define el catálogo de locales que pueden operar, sus actividades y horarios, y no ha dejado resquicio para estas discotecas que arrancan al amanecer. Por tres ocasiones fue interrogado ayer el consejero por el futuro de estos locales y cada vez fue más explícito. "Tendrán que modificar sus actividades", dijo primero. "Los horarios de apertura son incompatibles con su actividad", abundó. "Habrán de acomodarse a la nueva situación; o sea, desaparecer", sentenció por fin.Las normativas sobre horarios se remiten, en última instancia, a una orden firmada en 1977 por Rodolfo Martín Villa, entonces ministro del Interior. En aquel texto se especificaba que los locales debían dejar un lapso de dos horas entre su cierre y su posterior apertura. Como el Gobierno regional amplía ahora ese intervalo hasta las seis horas, la modalidad de los after-hours queda, en la práctica, desactivada al resultar incompatibles los horarios nocturno y matinal.

Los propietarios de las discotecas que reabren sus puertas hacia las 5.30 (tras las dos horas del cierre preceptivo) se mostraron ayer "muy contrariados", aunque admitieron que sospechaban una medida semejante. "Nos asusta que la Administración imponga por decreto la obligación de acostarse a las cinco", aseguró el propietario de un local. Y apostilló: " Esto es un toque de queda".

Este colectivo entiende que las autoridades identifican sus locales con "focos de droga y perversión , cuando "sólo prolongan una noche de fiesta". "Si algún local origina problemas, que vayan a por él, pero que a los demás les dejen trabajar".

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Recapacitar para la libertad

Pedroche deja ahora sin potestad sobre los horarios a los alcaldes

El presidente de la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta y Discotecas, Jesús Nuño de la Rosa, insistió ayer en que la Comunidad debería recapacitar, y se alineó con las tesis del Consejo de la Juventud. "Lo mejor sería que los horarios fueran libres y que se exigiera la instalación de medidas de insonorización en los locales", declaró a Europa Press.En el consejo de gobierno de ayer también se aprobó el anteproyecto de la Ley de Defensa del Consumidor, un texto que persigue "conjugar el derecho a la seguridad de los consumidores con el derecho a la libre circulación de mercancías", en palabras de Pedroche.

Cuando entre en vigor, esta normativa establecerá sanciones de hasta 2,5 millones de pesetas para las faltas graves y de hasta 100 millones para las muy graves. Las faltas se bareman en función de tres criterios: el beneficio ilícito obtenido por el comerciante, la existencia de dolo o negligencia grave y el riesgo para la salud o seguridad de las personas.

El anteproyecto también regula los llamados "códigos de buenas prácticas", un protocolo de carácter voluntario por el que los empresarios se comprometen a mejorar sus productos.

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