El sueño de los 'millonarios'

El River, uno de los dos equipos más populares del país, está a punto de cumplir en menos de una semana todos los sueños que sus aficionados podían tener. El pasado miércoles venció al San Pablo de Brasil por 2-1 y ganó la Supercopa suramericana, el único título que le faltaba en sus vitrinas. Pero además, el próximo domingo, con sólo empatar frente al modesto Argentinos Juniors, habrá ganado también su tercer torneo consecutivo de Liga, dejando atrás al Boca, el clásico rival.El estadio de los millonarios, como le llaman desde que se mudaron poco después de su fundación del sur al norte de la ciudad, era el cráter de un volcán activo la noche del pasado miércoles. Los fuegos de artificio, las luces de bengala y las bombas de estruendo con que la multitud recibió al equipo demoraron el comienzo del juego hasta que el viento que llegaba del Río de la Plata disipó el humo y barrió los miles y miles de papelitos recortados que cayeron desde todas las tribunas. El clima previo no admitía derrotas.El River había igualado 0-0 con el San Pablo en Brasil y el público hizo colas de hasta 15 calles de extensión durante dos días para conseguir una entrada para el partido de vuelta. Todos sabían que iban a ganar la Supercopa.

En medio de ese estado de euforia estimulada por la batalla punto a punto que libra en el torneo local con su tradicional enemigo, el Boca, desde hace cinco jornadas, en medio de esa verdadera pasión descontrolada, juega el River. Y el equipo es lo que su público quiere que sea. No un gran equipo, sí un equipo que quiere ganar siempre y disimula sus errores con una gran entrega física y una formidable resistencia anímica.

El River le lleva tres puntos al Boca en el torneo Apertura de la Liga y le basta el empate frente al Argentinos Juniors para ganar su tercer título consecutivo. La fiesta prevista se iniciará en el estadio del Vélez, donde se juega el partido, continuará en el campo del River y concluirá con unos carteles "dedicados al Boca" que serán pegados durante la madrugada en las paredes de toda la ciudad.