Turquía rechaza las condiciones de adhesión y rompe el diálogo político con la UE

El primer ministro turco, Mesut Yilmaz, rechazó ayer la invitación de la Unión Europea (UE) para que Turquía acuda a la conferencia sobre su ampliación convocada para la próxima primavera y dijo que la UE no puede fijar condiciones en sus lazos con Ankara. "No habrá más diálogo político entre Turquía y la UE. No aceptaremos ninguna condición", aseguró Yilmaz tras una reunión de urgencia con su Gabinete para analizar los resultados de la cumbre de Luxemburgo. Además, Ankara ha anunciado que va a proseguir con el proceso de integración del norte de Chipre.

La cumbre europea invitó a Turquía a participar en una conferencia que celebrará en el Reino Unido el próximo marzo que impulsará a la UE hacia su mayor expansión. Sin embargo, la Unión no llegó a presentar una invitación formal a Turquía para iniciar las conversaciones de adhesión."La asistencia de Turquía a la conferencia de la UE se ha hecho depender del cumplimiento de condiciones. Esta invitación no tiene ninguna importancia para nosotros", declaró dolido el primer ministro turco. No obstante, Yilmaz evitó aclarar si su país acudirá o no a la mencionada conferencia.

"A pesar de la posición declarada en la cumbre de Luxemburgo, Turquía mantendrá su deseo de incorporarse a la UE. Pero para que esto suceda, la UE no debe insistir en su política erróneo e injusta", manifestó el jefe del Gobierno turco. Aún así, dejó claro que Ankara se esforzará por desarrollar las relaciones bilaterales con los Estados miembros de la UE de forma individual.

La ausencia de una invitación constituye una fuente de desencanto político para Yilinaz y sus aliados, que ven en la adhesión a la UE una garantía de su vocación occidental y un golpe a los críticos islamistas de dentro del régimen. La UE, por su parte, quiere que Turquía mejore la situación de los derechos humanos, respete los derechos de la minoría kurda y avance hacia la solución de sus viejas disputas territoriales con Grecia, incluido el futuro de la isla de Chipre, dividida desde la invasión turca de 1974.

"No habrá más diálogo político entre Turquía y la Unión Europea", subrayó Yilmaz antes de precisar que su país no seguirá teniendo en cuenta las declaraciones europeas sobre sus problemas con Grecia o sobre Chipre. Turquía precisó además que va a seguir con sus planes de integración de la parte norte de Chipre si la UE abre las negociaciones de adhesión con el Gobíerno grecochipriota, tal como ha anunciado.

Rechazo turcochipriota

En este sentido van a trabajar también los responsables de la República Turca de Chipre del Norte (RTCN, sólo reconocida por Ankara), quienes desde el mismo sábado rechazaron la decisión europea, en ese sentido. De acuerdo con una declaración difundida ayer en Nicosia, Turquía y la RTCN preven una "integración" por etapas de sus estructuras estatales en función de la evolución de las conversaciones entre la UE y Chipre."Tras la decisión de la UE que pone fin de hecho a las conversaciones intercomunitarias bajo la égida de la ONU, actuaremos de acuerdo con la declaración común que el año pasado firmamos con Turquía", declaró el primer ministro de la RTCN, Devis Eroglu. En su opinión, "en tanto que el problema de Chipre no se haya resuelto, la admisión de los grecochipriotas en la UE, de la que Turquía no es miembro, destruye el equilibrio entre Grecia y Turquía".

La cumbre de Luxemburgo invitó el sábado a Chipre a iniciar las conversaciones de adhesión, con la condición de que en ellas participen también miembros de la comunidad turcochipriota. El presidente de la República de Chipre, Glafcos Clerides, ya había hecho ese ofrecimiento a sus hermanos separados, pero el líder turcochipriota, Rauf Denktash, ha rechazado esa eventualidad. "Nos han dado una gran oportunidad para acabar con ese absurdo de las llamadas conversaciones intercomunales", declaró Denktash.