Setién pide a ETA que deje "para siempre su dialéctica de sangre y muerte"
El obispo de San Sebastián, José María Setién, condenó ayer el asesinato del concejal popular José Luis Caso y pidió a ETA que deje "para siempre su dialéctica de sangre y muerte"."Quiero manifestar mi más absoluta condena y rechazo [al asesinato], que ninguna consideración ajena al mismo hecho puede mitigar", dice Setién en el comunicado que difundió. "Desde el profundo dolor personal", añade, "y ante la consternación de un pueblo que se siente él mismo herido por la eliminación sangrienta de uno de sus representantes, pido a ETA que asuma con coraje su responsabilidad de dejar de una vez para siempre su dialéctica de sangre y muerte".
El obispo termina: "A todos los familiares [de Caso], esposa, hijos y nieto, quiero comunicarles el testimonio de mi sincera condolencia".
A su vez, Mari Mar Blanco, la hermana de Miguel Ángel, el edil de Ermua, también del PP, que fue secuestrado y asesinado por la banda terrorista en julio pasado, mostró igualmente su tristeza por la nueva víctima, por unas acciones criminales que, en su opinión, "desgraciadamente continuarán".
"Pensaba que con las últimas palabras que había oído. sobre el acercamiento de algunos presos etarras [a Euskadi] esta situación podría irse remontando un poco. Pero esta mañana [por la de ayer] he amanecido con esta trágica noticia. No sé lo que tendremos que hacer o decir para que esto acabe. Desde luego, esto no puede seguir así".
"Es triste vivir en el País Vasco, donde la gente y el paisaje es estupendo, rodeada continuamente de tristeza", enfatizó Mari Mar, quien recordó que hace un mes había mantenido una charla con Caso durante una concentración pacifista en Irún. "Me dijo que estaba amenazado, pero que no tenía miedo porque quería luchar por sus ideales", comentó. "Tristemente", concluyó, "ha sucedido lo que él se imaginaba".
