La sindicalista de hierro

Magdalena Macías es secretaria general de la Unión Comarcal Norte de Comisiones Obreras en Madrid, tiene 50 años, pesa 50 kilos y mide 1,60 metros. Pese a ello, un abogado del Estado la acusa de haber fracturado la clavícula y causado otras lesiones a cuatro miembros de una compañía de la Reserva Especial de la Policía Nacional (antiguos antidisturbios) durante la carga policial que se produjo el pasado 2 de junio ante las cocheras de la empresa Interbús, en San Sebastián de los Reyes, con motivo de la huelga del transporte interurbano madrileño.El abogado del Estado, que representa a los cuatro policías, mantiene que Macías ocasionó la fractura de clavícula de uno de ellos, un esguince en la muñeca a otro y causó lesiones de diferente consideración a otros dos agentes. La sindicalista conoció esta acusación casi cinco meses después de que se produjeran supuestamente los hechos, cuando acudió el pasado 5 de noviembre al juzgado número 3 de Alcobendas para testificar en la vista por la denuncia que ella misma había interpuesto contra la policía por las lesiones en las piernas que le causaron los golpes de los agentes. "El abogado del Estado se descolgó proponiendo una ampliación de la denuncia que la policía había puesto tras la carga contra otros dos compañeros, en la que me acusaba de esas cuatro agresiones", afirma Macias, que se confiesa "sorprendida de que la juez admitiera a trámite algo tan absurdo".

En los cinco meses que mediaron entre la carga policial y la vista, la policía no presentó de denuncia alguna contra Macías, que no fue detenida el 2 de junio, como sí lo fueron Jesús Armeida, secretario general de la sección regional de carreteras de CC OO, y Marino Cantero, miembro del comité ejecutivo de la misma sección. Contra ellos la policía sí había interpuesto una denuncia por resistencia a la autoridad y lesiones: "Nadie se cree que una persona normal pueda con uno solo de esos policías, entrenados y físicamente imponentes. Es todavía más increíble que una mujer como yo pueda dañar a cuatro", asegura Macías, que afirma que durante la carga vio desde el suelo cómo "el agente que se fracturó la clavícula se lo hizo él solo cuando estaba golpeando a algunos trabajadores".

Curiosamente, la versión policial que figura, en la denuncia contra Armeida y Cantero -cuya vista no se ha celebrado todavía- corrobora en parte la versión de Macías, ya que asegura que una mujer (que podría ser la sindicalista) cayó al suelo y recibió golpes de los agentes en las piernas. Pese a ello, la juez ha considerado posible que Macías ocasionara esas legiones a los agentes y ha fijado la vista para el día 17 de diciembre. Los representantes de PSOE, IU y UGT en San Sebastián y Alcobendas han mostrado su solidaridad con la sindicalista y han reclamado a la Delegación del Gobierno que retire la demanda, por considerarla "falsa y desproporcionada". La postura de la Delegación es, según Macias, que "ya no se puede hacer nada porque el proceso ha iniciado la vía judicial".