Almunia pedirá hoy a Aznar que aproveche la debilidad de ETA para tomar la iniciativa

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, estudiarán hoy iniciativas políticas para avanzar en la pacificación de Euskadi aprovechando el momento excepcional de ETA y de su entorno por la grave crisis que atraviesan. Será la lucha contra el terrorismo, sobre todo en su vertiente política, el objetivo principal del encuentro en La Moncloa. Ambos líderes contrastarán información con la mirada puesta en los movimientos que se puedan producir en la cúpula de ETA. Almunia animará a Aznar a que mantenga, frente al PNV, la iniciativa en el acercamiento de presos, ya que es el Gobierno quien dispone de las competenciaspenitenciarias.

La reunión de hoy, prevista para las 19 horas, se produce a iniciativa del secretario general del PSOE, que pidió la cita el pasado martes al presidente del Gobiemo. Este aceptó enseguida y se comprometió a recibirle, sin apremios, antes de la cumbre de Luxemburgo, del día 12. Tanto desde La Moncloa como desde Ferraz se cree que las recientes detenciones de dirigentes de la banda armada han producido una importante fractura en la estructura organizativa de ETA, y que existe desconcierto en su entomo político tras la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo de la Mesa Nacional de Herri Batasuna (HB) y el ingreso en prisión de sus 23 componentes. Aznar así lo diagnosticó el viernes en un encuentro que mantuvo con los periodistas en el Congreso.Almunia cree que es un momento. excepcional para que el Gobierno, con el respaldo de los partidos que suscriben el Pacto de Madrid, adopte una estrategia clara para la pacificación del País Vasco, recupere el liderazgo, perdido por el Pacto de Ajuria Enea y oscurecido por alternativas intermedias, y todo ello se traduzca en iniciativas políticas.

Los socialistas creen que el Gobierno debe adoptar su propia línea de actuación con firmeza y no quedar a la deriva de otras iniciativas de los nacionalistas, como, por ejemplo, las propuestas por el movimiento Elkarri o la llamada "tercera vía", que defienden una alternativa política de contenido foral para el País Vasco.

Entre las filas socialistas han causado malestar el silencio del Gobierno ante el pronunciamiento de Xabier Arzalluz contrario a la sentencia del Tribunal Supremo contra HB, las declaraciones a favor de la soberanía compartida, "inconstitucionales" según el PSOE, del portavoz de CiU, Joaquim Molins, y el apoyo que el presidente de Unió Democrática de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran, está dando a la "vía Elkarri" como fórmula, incluso, de importación a Cataluña para la recuperación de los derechos preconstitucionales.

Esta cuestión la pondrá hoy sobre la mesa Joaquín Almunia. Los socialistas sostienen que el Gobierno debe exigir a los nacionalistas una mínima lealtad constitucional y no dejar fuera del pacto de Gobierno cuestiones que afectan a la institucionalización democrática o al terrorismo. Para los socialistas, el contrapunto crítico del líder del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, no es una respuesta suficiente a determinadas actitudes nacionalistas que pugnan por situarse ante un posible final del terrorismo. Creen que la falta de respuesta del Gobierno deja en tierra de nadie las posiciones del bloque democrático en materia terrorista e institucional.

Tanto en La Moncloa como en Ferraz, sede del PSOE, existe hermetismo sobre los movimientos que se están produciendo en ETA y su entorno. Hay cierto escepticismo por ambas partes sobre la posibilidad de que se abran grietas en la dirección de ETA o HB, favorables a la apertura de un diálogo y al cese de la violencia. Sobre esta cuestión intercambiarán información Aznar y Almunia, con la pretensión de estar atentos a cualquier movimiento en la cúpula de ETA o su entorno.

También la política penitenciaria será objeto importante de la conversación. Ayer mismo, en la antesala de este encuentro, el Gobierno daba los primeros pasos en su anunciada política de acercamiento individual de presos a cárceles próximas a Euskadi. Desde el PSOE se cree que el Ejecutivo, que tiene todas las competencias en materia penitenciaria, debe mantener esta posición sin verse condicionado por las presiones nacionalistas o por un consenso previo con ellos. El espíritu de Ermua enterró el acuerdo entre todos los partidos nacionalistas, con HB incluida, para presionar al Gobiemo sobre el acercamiento de presos de ETA, según los socialistas.

Aznar y Almunia abordarán asimismo la cumbre de Luxemburgo del próximo fin de semana, en la que se estudiará la ampliación de la Unión Europea. No faltarán tampoco las referencias, menores, a dos cuestiones que dividen a ambos líderes: la política autonómica y la justicia. En el primer caso el PSOE cree que el Gobierno apenas tiene margen de maniobra por sus pactos con CiU y el PNV.