Los misterios de Nigeria

La enrevesada historia en que se está constituyendo la búsqueda por parte de Nigeria de un técnico para su selección de fútbol abrió ayer un nuevo capítulo, el del misterio. Ya tenemos seleccionador, anuncia el presidente de la federación nigeriana, Abdulmumini Aminu, pero no vamos a decir quién es. "Será un regalo de Navidad para nuestro pueblo", prometió.Desde que en septiembre la selección campeona olímpica y rival de España -junto a Bulgaria y Paraguay- en la primera fase de Francia 98 despidió a su seleccionador, el francés Phillipe Troussier, la federación nigeriana, o lo que es lo mismo, el propio Jefe de Estado, el general Sani Abacha, empezó el proceso de selección del hombre que debe conducir a los super eagles al éxito en Francia. Un proceso demasiado público, en el que los rumores, bien lanzados desde la propia Nigeria o desde los propios interesados. No ha habido prácticamente semana en que algún nombre haya aparecido por los teletipos como futuro seleccionador nigeriano. No ha habido técnico de prestigio y en paro que no haya sido citado como director para Amokachi (Besiktas), Finidi (Betis), Kanu (Inter), Amunike (Barça), Ohen (Compostela), Mutiu (Real Sociedad), Babangida (Ajax), Babairo (Anderlecht), West (Inter), Okocha (Fenerbahce) y compañía.

Los rumores han apuntado a Boris Stepanovic (el yugoslavo ex-técnico del Athletic y actualmente seleccionador olímpico de Nigeria), a Bobby Robson (no hay cambio en cualquier banquillo en el que el director técnico del Barça no aparezca como probable), a Terry Venables (después de su fracaso al no conseguir llevar a Australia a Francia 98, el técnico inglés es un hombre en busca de destino) y, cómo no, a Bora Milutinovic. El balcánico, despedido después de clasificar a México, es un especialista en coger selecciones ya clasificadas para una fase final, Lo ha hecho con México (organizador en 1986), Estados Unidos (organizador en 1994) y con Costa Rica (una vez clasificado para Italia 90).

Quizás, probablemente, el elegido no sea ninguno entre ellos. Hace un mes, la federación anunció que su comité técnico dudaba entre las candidaturas del holandés Jo Bonfrere -que ya había disfrutado del puesto- y la del húngaro Kalman Mezsoly.

No es que el asunto del seleccionador sea algo que quite el sueño a los futbolistas nigerianos, acostumbrados a verse poco antes de los partidos y salir al campo a hacer lo que saben, jugar bien al fútbol. Tampoco es que a la federación tampoco le preocupe: está acostumbrada a que las alineaciones las haga la propia Junta Militar que detenta el poder en el gran país africano -más de 100 millones de habitantes-. Pero a los equipos rivales, a España, por ejemplo, les gustaría saber, por lo menos, el nombre de la persona que puede hacérselo más difícil en Francia. Más que nada para saber algo de los misterios nigerianos.