Premio a la mejor sonrisa
Un retrato de Aznar hecho por su hijo protagonizó la subasta benéfica de dibujos de famosos
La subasta Sonrisas por un mundo solidario, celebrada ayer en la estación de Atocha, transcurría con total tranquilidad. Los lotes con los dibujos hechos por famosos pasaban con mayor o menor detenimiento, pero sin lograr levantar los murmullos de los asistentes. Tuvo que llegar el número 21, el correspondiente a la obra realizada por Alonso Aznar, hijo del presidente del Gobierno, para que la puja comenzara a animarse. Dos expertos consideraron que era la estrella de la noche. De hecho, se necesitó sólo un minuto para que subiera de 22.000 a 52.000 pesetas la cotización de la cara pintada por el menor de los Aznar. El modelo fue su padre. Resultó ser la que levantó mayor expectación y sonrisas entre el público. En total se subastaron 120 obras de pintores, escritores, políticos y otros muchos profesionales. Todas pertenecían a la primera Semana de la Solidaridad, que se celebró el año pasado. Fue entonces cuando la Comunidad de Madrid solicitó a los famosos que dibujaran, con una sonrisa, la cara de la solidaridad. Una empresa privada pensó que sería un buen método para conseguir dinero para las organizaciones no gubernamentales de la región.El cuadro del hijo de Aznar, sin embargo, no logró ser el más caro de la muestra. El empresario Pepe Barroso se llevó ese título. Una puja entregada por escrito previamente a la subasta fijó el precio de salida en 200.000 pesetas. Su autor, desconocido. Eso no desanimó, sin embargo, a la nueva propietaria de la obra de Alonso Aznar, que deseaba que su compra fuera la más importante de la noche. "Sabía que era uno de los dibujos que más interés iba a despertar. Pero yo he pujado, porque las personas del Tercer Mundo necesitan iniciativas como ésta", explicó Patricia C.
La subasta estuvo auxiliada por la firma inglesa Sotheby's. Todos los dibujos partían con un precio de 5.000 -pesetas, la cantidad mínima que desembolsaría la Comunidad de Madrid en el caso de que no hubiera comprador. Ocurrió en pocos casos. El del economista Ramón Tamames fue uno de ellos.
Los responsables calcularon que al final de la subasta se habrían conseguido unos dos millones de pesetas. La modalidad elegida permitía a los nuevos propietarios destinar su aportación a la ONG que quisieran. En caso de no dirimir esta cuestión, los responsables entregaban el dinero a una organización elegida entre las 120 que forman la II Semana por la Solidaridad. Paz y Solidaridad.
El dinero servirá, según el director de Coordinación y Voluntariado Social, Daniel Sala, para financiar proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo y en la región.
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