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Varios centenares de vehículos quedan atrapados por la nevada en Cuenca y Ocaña

Unos 700 vehículos quedaron la pasada madrugada atrapados entre el kilómetro, 90 y el 105 de la N-III, la autovía Madrid-Valencia, a la altura de la localidad conquense de Saelices. La carretera quedó cortada en ambos, sentidos por la fortísima nevada caída desde las ocho de la tarde en la provincia de Cuenca y los conductores se vieron atrapados sin alimentos ni, al irse agotando el combustible de sus coches, calefacción. En la N-IV, entre Pinto y Ocaña, también se produjeron retenciones de vehículos, al quedar los coches casi sepultados por una nevada de un metro de espesor, cuando sólo estaba previsto que llegara a 10 centímetros. Otro tanto ocurrió entre Illescas y Toledo, con cerca de un millar de coches atrapados. El Ejército fue movilizado en la provincia de Toledo para llevar mantas y víveres a las numerosas personas bloqueadas.

La Dirección General de Tráfico solicitó de madrugada la colaboración del Ejército para evacuar a los conductores que se quedaron atrapados en varios puntos de la autovía de Andalucía entre la localidad madrileña de Pinto y la toledana de Ocaña, según informó a este periódico el director general de Protección Civil, Juan San Nicolás Santamaría. En los tramos de carretera con más pendiente, la nieve prácticamente cubre los coches, aunque se descarta que haya heridos entre los conductores atrapados. Los subdelegados del Gobierno de Madrid y Toledo estuvieron toda la madrugada en contacto con la Guardia Civil de Tráfico y Protección Civil para coordinar las tareas de rescate. El Ejército también fue movilizado para socorrer a casi un millar de vehículos quedaron atrapados en la N-401, entre Illescas y Toledo. Un número de vehículos que no pudo ser especificado estaba anoche atrapado por la nieve en la N-II a la altura de Alcolea del Pinar, en Guadalajara.

Máquinas quitanieves

A su vez máquinas quitanieves y los voluntarios de los pueblos cercanos trataban de socorrer la noche pasada a los ocupantes de los 700 vehículos retenidos en la N-III, en Cuenca, unos 400 en dirección a Valencia y unos 300 en dirección Madrid. Protección Civil estima que cerca de 2.000 personas podrían encontrarse en esos coches. San Nicolás aseguró que tres máquinas quitanieves trabajarían toda la noche para dejar expedita la vía. Una de ellas, procedente de Valencia, llegó al lugar del atasco a primera hora de la madrugada y Tráfico confiaba en que, las otras dos lograran atravesar la nevada hasta Saelices alrededor de las tres de la madrugada. Allí la retención llegó a tener unos 35 kilómetros de longitud al no existir ningún itinerario alternativo, pero era especialmente dramática en unos 15 kilómetros, que coincidían con una zona de obras a la que resultaba imposible aproximarse.Protección Civil informó que los vecinos de Tarancón dieron alojamiento en sus domicilios a un centenar de personas que pudieron ser evacuadas desde la retención. Otras 40, entre ellas varios niños, fueron alojadas en Saelices. Los alcaldes de la zona, acompañados por voluntarios de los pueblos, intentaban llevar leche, galletas y mantas a los ocupantes de los vehículos atrapados. Juan San Nicolás reconoció escenas de angustia por el frío, la ventisca y la imposibilidad de mover el coche del atasco de nieve, pero subrayó que no había que lamentar daños personales.

Uno de los problemas que se encontraron los conductores fue que, pese a la recomendación de Tráfico de llevar el depósito de gasolina lleno, muchos de los atrapados en los distintos puntos negros de la red principal viaria durante la madrugada tuvieron que apagar los motores de sus coches al quedarse sin combustible, con lo que se quedaron también sin calefacción.

Castilla-La Mancha se convirtió, al caer la noche y las heladas, en la comunidad más afectada. De madrugada había siete carreteras cortadas al tráfico, cinco puertos de montaña cerrados y otros seis en los que era necesario el uso de cadenas. En diferentes carreteras secundarias de Teruel, Castellón y el sureste de Madrid también se hacía necesario el uso de cadenas. En la carretera nacional Valencia-Zaragoza, a sólo cinco kilómetros de Teruel, varias decenas de camiones estaban retenidos al quedar la vía cortada al tráfico desde primera hora de la tarde.

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La Dirección General del Tráfico recomendó anoche no viajar por ninguna carretera de Cuenca, ni ninguna vía secundaria de Guadalajara, Teruel, Toledo, Soria, Castellón o el sureste de Madrid. En caso de no poder evitar los desplazamientos, la DGT aconsejó ir provistos de cadenas y llevar el depósito de combustible lleno para garantizar la calefacción en el paso de quedar atrapado por la nieve.

La Dirección General de Tráfico solicitó asimismo a los conductores que evitaran emprender viaje durante la noche por la N-II, entre Madrid y Zaragoza, toda la N-III o la N-IV, la autovía de Andalucía, entre Madrid y Ocaña.

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