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El agua embalsada en la presa de El Atazar alcanza la cota de seguridad

José Manuel Romero

El embalse de El Atazar, con capacidad para almacenar 468 hectómetros de agua (el consumo de la Comunidad de Madrid durante 16 meses), alcanzó ayer la cota 860, que marca el límite de cautela establecido por los dirigentes del Canal de Isabel II para los meses de invierno. Actualmente, la mayor presa de la región está al 76% de su capacidad.Si vuelven las lluvias y el embalse supera esa cota, se abrirán las compuertas para soltar agua, previa consulta con la Confederación Hidrográfica del Tajo, según explicó a este periódico Ricardo Domínguez, gerente del Canal de Isabel II. "Hoy [por ayer] entra menos agua de la que sale para el consumo de los madrileños. Pero si en los próximos días llueve mucho y se supera la cota, abriremos las compuertas".

Desde hace 19 inviernos, el Canal de Isabel II ha optado por impedir que El Atazar se llene al completo debido a una cautela que se autoimpuso este organismo tras unas grietas aparecidas en la presa (una bóveda invertida de 141 metros de altura) en el mes de febrero de 1978, cuando el embalse almacenaba 420 hectómetros cúbicos de agua (el 90% de su capacidad).

El presidente del Canal de Isabel II, Antonio Beteta, contrató hace casi dos años a uno de los mayores expertos del mundo en presas, el ingeniero suizo Giovanni Lombardi, para conocer si se podía llenar la presa durante los meses de invierno sin que hubiera problemas.

El informe del ingeniero

El ingeniero ha ido remitiendo periódicamente informes sobre su análisis de la presa. El primero, de hace un año, mantuvo la cautela, aunque amplió la cota de seguridad -de la 860 a la 862-. "Nosotros hemos optado por no utilizar ese margen que nos permitía el informe de Lombardi salvo en ocasiones excepcionales, cuando hay crecidas de los ríos y el desembalse podría causar males mayores", explica el gerente del Canal de Isabel II.El último informe, de hace sólo un mes, volvía a ser tranquilizador. Lombardi explicaba que algunos efectos secundarios que habían preocupado en épocas anteriores no afectaban a la resistencia de la presa.

Domínguez espera con ansiedad la llegada del informe definitivo para saber si la presa de El Atazar puede almacenar durante los meses de invierno todo el agua que cabe en su vaso.

Mientras tanto, los embalses del Canal de Isabel II almacenaron durante el mes de noviembre pasado 158 hectómetros cúbicos de agua, la mayor cantidad registrada en los últimos ocho noviembres y una de las más altas desde 1914. Con esos 158 hectómetros cúbicos se garantiza el abastecimiento de los próximos cuatro meses. El mes que batió todas las marcas, según los archivos del Canal, fue diciembre de 1989, cuando las presas madrileñas almacenaron 522 hectómetros cúbicos, suficiente para abastecer a los cinco millones de madrileños durante año y medio.

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