El Borussia no perdona

La competitividad alemana resultó determinante en otra final. No hay adversario más difícil a un sólo partido que un equipo de la Bundesliga y más cuando enfrente está un grupo cándido como fue el Cruzeiro de Belo Horizonte. En un partido austero, como le convenía al Borussia Dortmund, el campeón europeo impuso su pegada frente al titular de la Libertadores.El pragmatismo del equipo de Scalano tuvo réplica pese a las buenas intenciones del campeón brasileño. El Cruzeiro salió mandando, con el ex deportivista Bebeto como referente, y Klos quedó a merced de los delanteros rivales en dos ocasiones. Erró el colectivo de Nelsinho en el remate y facilitó el remonte alemán.

Reuter y Freund sacaron a Bebeto de la cancha, decayó la presión del Cruzeiro y Paulo Sousa y Möller se tiraron el equipo a su espalda. Restablecido el orden alemán, el choque quedó a expensas del oficio de los media punta y la puntería de los atacantes de Scala. Las penetraciones de Chapuisat desconcertaron a la zaga brasileña hasta decantar el marcador. Una jugada del suizo fue rematada por Zorc a la media hora.

El Cruzeiro acusó el golpe y quedó a merced de la maquinaria del Borussia. El partido se enfrió más y el descanso resultó incluso un alivio para los aficionados congregados en el estadio. Los brasileños intentaron la igualada con un fútbol primitivo, muy alejado del toque, y ofrecieron al rival la posibilidad de defenderse con comodidad.

Lejos de bajar la pelota al suelo, los brasileños se empeñaron en bombardear a las torres alemanas, que impusieron su físico y también su superioridad numérica, pues el árbitro español José María García Aranda expulsó a Vitor por una doble amonestación. Möller se sintió entonces aún más cómodo y dirigió el ataque alemán con pulcritud hasta llegar el segundo gol definitivo en una acción de Paulo Sosa rematada por Herrlich. "No fuimos inferiores al Borussia", sentenció Nelsinho. "La diferencia es que nosotros no supimos definir y ellos sí y esa es una calidad determinante en una final donde no hay más de tres o cuatro oportunidades".

Tras ganar la Copa de Europa y la Intercontinental, el Borussia disputará en enero la Supercopa europea ante el Barça.