Detenido el hermano del acusado por el triple crimen de Nerva
José Manuel Rodríguez González, de 20 años, hermano de Francisco Javier, apodado El Lejía y principal acusado de cometer el triple crimen de Nerva, se encuentra desde la tarde del sábado retenido en el cuartelillo de la Guardia Civil de la localidad onubense por su presunta relación con los asesinatos de Félix Cabanas, trabajador del asilo de 39 años; Ángel Gómez, jubilado de 65 años, y Manuel López Ferrer, chatarrero de 43 años, que aparecieron con la cabeza destrozada a golpes en el pueblo minero entre el 16 y el 18 de noviembre.
El joven fue detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil a las seis y media de la tarde del sábado y trasladado a las dependencias del instituto armado, donde permanecía a última hora de ayer después de ser interrogado. Se espera que en breve pase a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Valverde del Camino, cuya titular, María José Moreno, instruye el caso.Su hermano Francisco Javier, con antecedentes penales por robos y trapicheo de drogas, se encuentra ingresado en la Prisión Provincial de Huelva desde el pasado sábado 22. Durante un registro efectuado en su domicilio, los agentes encontraron una bolsa de mano que pertenecía a López Ferrer, la tercera víctima y su compañero en la chatarrería.
Al parecer, el hermano de El Lejía había regresado el lunes 1,7 de cumplir el servicio militar en Ceuta, el mismo día en el que aparecieron los cuerpos sin vida de Cabanas y Gómez, en una zona cercana a la finca conocida como El Canario. La licencia militar está firmada y fechada en la jornada en la que se cometieron estos dos crímenes, según sus familiares.
Los padres de los detenidos niegan que. sus hijos sean los autores de las trágicas muertes: "No sé nada de mis hijos pero quiero que salgan ya de todo esto", manifestó ayer entre lágrimas la madre de José Manuel y Francisco Javier. Los vecinos de Nerva -una localidad de 7.000 habitantes- siempre han defendido que El Lejía, un joven de complexión delgada y baja estatura, no pudo cometer él solo los tres asesinatos, ya que los cadáveres aparecieron con fortísimas contusiones y con las cabezas prácticamente destrozadas. La viuda del chatarrero explicó a la Guardia Civil y a los medios de comunicación que en la noche en la que mataron a su marido vio cómo se alejaban dos individuos por un monte próximo a su domicilio. En opinión de otros vecinos "están implicadas más personas y tienen la obligación de cogerlos".
Miembros de la Guardia Civil, integrados en un grupo especial procedente de Sevilla, mantienen abiertas todas las líneas de investigación bajo un absoluto silencio en cumplimiento del secreto sumarial. El mutismo es la nota predominante sobre este escabroso asunto.
Las calles de Nerva estaban ayer vacías y nadie quería comentar los últimos acontecimientos. Los vecinos todavía exigen justicia y miran con malos Ojos a la familia de los detenidos. El móvil de los crímenes podría estar relacionado con el tráfico de drogas, aunque los más allegados a las dos primeras víctimas, Cabanas y Gómez, no encuentran ninguna explicación "porque eran personas queridas y respetadas en el pueblo". "Además no tenían enemigos conocidos", añade un vecino.
Nerva forma parte de la crónica de sucesos desde hace dos años, cuando comenzó a fraguarse la crispación social por la construcción, a escasos metros del pueblo, de un depósito de residuos tóxicos y peligrosos. Desde entonces y todos los días, un grupo de vecinos de la Plataforma Antivertedero se manifiesta por las calles del pueblo para exigir a las autoridades la paralización total de las obras. En ningún momento se ha relacionado el triple crimen con el vertedero.
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