El sargento que rompió la huelga
Alfonso Pino pasó de cuarto árbitro a primero en El Molinón
Alfonso Pino Zamorano pasará a la historia del fútbol español como el primer hombre que impidió la suspensión de una jornada de Liga por el plante de los árbitros de Primera División. Pino Zamorano estaba designado como cuarto árbitro para el partido Sporting-Betis, pero acabó convirtiéndose en protagonista por la decisión de Esquinas Torres de apoyar el plante.Este toledano de 25 años, sargento del ejército de profesión, tiene precedentes arbitrales, ya que su padre, Pino Casado, figuró en la lista de grupo de los sesenta que dirigió partidos indistintamente de Primera y Segunda División en la temporada 1990-91. Pino Zamorano lleva 10 años en el arbitraje y actualmente milita en la Segunda B.
El joven árbitro aseguró que no le había costado ningún problema de conciencia aceptar la designación del Comité Nacional porque, según él, nadie se había dirigido a los colegiados de Segunda B para sumarse a la medida de fuerza. Según Pino, tanto él como sus compañeros que dirijan partidos en esta jornada no tienen por qué quedar marcados ante los árbitros de Primera: "No me considero un esquirol y ellos tampoco me ven así. Es más, muchos me han llamado antes del partido para felicitarme y darme ánimos. Entre ellos, el propio Esquinas".
Además, no duda en dar su apoyo moral a Ios convocantes de la jornada de reflexión: "Estoy de acuerdo en el fondo, aunque no en la forma de convocarse este paro. Esto lo han organizado los árbitros de Primera, sin contar con nosotros.Pero que conste que tienen toda la razón. Están siendo bombardeados por todo el mundo y se había llegado a una situación límite".Antes del partido de ayer, el árbitro toledano no conocía El Molinón. Aseguró que para él, de todas formas, el Sporting-Betis era un partido más "porque en el fondo se trata de aplicar el reglamento". Eso sí, durante todo el día estuvo muy concentrado con sus ayudantes, consciente de la responsabilidad ,que tenía encima. Era una ocasión que no podía desaprovechar.
Pino, pese a lo que podría indicar su profesión, no mostró en ningún momento una vena autoritaria durante el encuentro. Unicamente, si acaso, y con los gestos justos, expulsó a Alfonso, que le protestó tras sufrir una entrada casi al final. Siguió el juego de cerca y, aunque el campo estaba muy pesado, no interrumpió el juego más que cuando fue preciso. Tanto su entrada al campo como su retirada fue acogida con ovaciones por la afición gijonesa, que se repitieron en el descanso. No importó lo más mínimo que el equipo local perdiera.
El objetivo de Pino Zamorano es llegar a Primera División por méritos propios. Cree que, sus compañeros de superior categoría le seguirán tratando igual y espera que el conflicto se resuelva favorablemente para lo que considera imprescindible la colaboración de todos los estamentos del fútbol español.
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