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La imagen más delicada

Breves historias sobre derechos de los menores que han llegado hasta el juez

Apenas levantaba unos palmos del suelo cuando su imagen inundó a cara descubierta las páginas de una revista como actriz principal de una de la historias que, cuando se cuentan, no deben tener nombre, ni color de pelo o de ojos que puedan identificar al protagonista: es una de las muchas niñas nacidas en Madrid con una amenaza agazapada en las venas, los anticuerpos del virus del sida (VIH), un dato que debe ser siempre confidencial y que, en su caso, llegó hasta las portadas de la prensa del corazón por ser hija de una presenta dora de televisión. Y la niña que no debía tener nombre ni rostro se convirtió así en protagonista de una nueva historia: es uno de los primeros niños que, al amparo de la Ley del Menor, ha visto protegida su imagen por los tribunales. Una actuación que acapara cada vezmás horas de trabajo en el Instituto Madrileño del Me nor y la Familia (Imaif), en la oficina del Defensor del Menor y en la Fiscalía de Menores.El año pasado, esta unidad abrió diligencias en 18 casos y presentó siete demandas contra varios programas de televisión y publicaciones por revelar datos que afectan a la intimidad de los menores. Esas actuaciones se deben tanto a la denuncia de un particular -en el caso de esa niña, por ejemplo, fue su pediatra la que acudió al fiscal- como por parte de la Comunidad y de la propia, fiscalía.Una de las actuaciones más recientes de ésta es una demanda contra un programa de televisión que detalló una complicada intervención quirúrgica realizada a un niño. "Hemos demandado a la cadena de televisión, al director del programa, al Insalud, por permitir el paso de las cámaras, y a los padres del niño por otorgar ilegalmente el permiso para difundir las imágenes de éste", explican en la fiscalía."En el caso de los menores, al margen de los padres, el fiscal tiene la obligación de intervenir en defensa de la imagen, la intimidad y el honor del niño", dice el titular de ese organismo Félix Pantoja. En ocasiones son las propias familias las que acuden al fiscal para que vele por sus derechos. Ocurrió así hace poco, cuando una madre pidió a la policía que le ayudasen en uno de los muchos conflictos que asaltan a las familias cuando la adolescencia se ceba en un joven rebelde. A los pocos minutos de acudir al domicilio la policía llegó también una unidad móvil de una cadena pública de televisión. No consiguieron ninguna imagen del joven, pero emitieron varios planos del portal y del buzón de correos con los nombres de la familia. Suficiente para que el conflicto doméstico trascendiera."El fiscal tiene que reparar el daño causado y puede llevar el tema al juzgado para que el juez decida si ha habido intromisión en la intimidad de la familia", explican fuentes de la fiscalía.

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Con permiso del fiscal

Teniendo en cuenta que el rostro de los recién nacidos se transforma por horas, ¿tiene derecho a la imagen un niño de tres días? Ese fue uno de los argumentos esgrimidos en el proceso abierto contra una televisión que emitió varios planos de un bebé abandonado en agosto de 1996 en un contenedor de escombros. Félix Pantoja no tiene dudas sobre la reflexión anterior: "Hay que crear una cultura de la imagen de todos, y excepcionalmente de los menores", afirma.

De hecho, el juicio se ganó en los juzgados de lo civil, al igual que el de la niña anónima, aunque ambas sentencias se encuentran recurridas. El bebé, a punto de morir bajo los escombros de una obra cercana al contenedor, acaparó varios días la atención de todos los medios de comunicación con el malestar de los responsables de la Comunidad, que asumió su tutela desde el momento del hallazgo.

"Sólo actuamos cuando se perjudica la imagen del menor. En casos tan difundidos como el de esa niña el problema radica en que habría que presentar demanda contra todos los medios", lamenta Esperanza García, directora del Imaif. Este organismo reserva en una cartilla las indemnizaciones que dicta el juez para que el niño cuente con esos fondos al emanciparse.

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