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El fiscal cree "frustrante" que Roldán conserve una fortuna de origen delíctivo

José María Irujo

Luis Roldán oculta en el extranjero una "inmensa fortuna" por sus actividades delictivas y no ha devuelto ni un céntimo, manifestó ayer el fiscal Alejandro Luzón en sus conclusiones definitivas ante el tribunal que juzga el caso. Su botín de Suiza, su perior a los 1.700 millones de pesetas, no pertenece al PSOE ni al Ministerio del Interior, cómo argumentó en su defensa el procesado, sino que es el producto de sus cohechos y apropiaciones. Según Luzón, el ex director de la Guardia Civil hizo un montaje de cartas para engañar a sus superiores.

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Luis Roldán tampoco estuvo presente ayer, cuando el ministerio fiscal concluyó su minuciosa exposición final, de ocho horas de duración en total. Alejandro Luzón dedicó buena parte de ella a las cuentas suizas de los implicados y, en especial, a la del matrimonio Roldán. Blanca Rodríguez-Porto, para la que pide cinco años de cárcel por encubrimiento y delito contra Hacienda, no pareció inmutarse ante las graves acusaciones contra ella y en el descanso incluso sonrió.En cambio, Luzón confesó en público su frustración porque Roldán sigue teniendo a su disposición "una inmensa fortuna" por su "variada actividad delictiva" y que nada tiene que ver con los fondos reservados ni con comisiones para partido alguno. "Una fortuna", enfatizó, "que gracias a la ayuda de su mujer, Blanca, que conocía su origen ilícito, tiene hoy en Singapur".

El fiscal expuso con evidente ironía todos y cada uno de los argumentos de Roldán sobre el porqué de que tuviera 1.700 millones en cuentas a su nombre y al de su esposa en Ginebra. Primero dijo que eran fondos reservados de Interior, y después, que comisiones por obras recaudadas para el PSOE. Finalmente, en el juicio oral, se negó a contestar a cualquier pregunta al respecto. "Cuando a uno le dan tantas versiones, acaba por no creer ninguna", espetó Luzón.

Jorge Esparza fue el cabeza de puente del desembarco del clan en Suiza y "no mantiene ninguna relación ni con el PSOE ni con Interior". Dicho esto, Luzón aseguró que el dinero que Roldán, su mujer y su familia política (suegra, cuñados y concuñada) ocultaban en el CBI-TDB es sólo de Roldán y los suyos. "Los titulares eran ellos. No había personas del ministerio ni de la Guardia Civil. Los ingresos los hacían ellos. Los flujos económicos sólo se relacionan con la trama: Esparza, Gabriel Urralburu, Antonio Aragón...".

Pero es en el capítulo de los gastos de estas cuentas, abiertas en 1987 y cerradas apresuradamente en 1994, en el que más ironizó el fiscal acerca de los argumentos exculpatorios: "O sea, que los gastos para financiar al PSOE consistieron en relojes Pattek Philippe, casas en París y San Bartolomé a nombre de Roldán y su esposa y obras de arte de la galería Christie's. Porque no hay más que ésos. Entonces, ¿qué es lo que se financiaba entonces?". Y remató con otro ejemplo: "¿Cómo una cuenta supuestamente dedicada a financiar al PSOE o a manejar fondos reservados abona los gastos de la tarjeta Visa de Roldán y su mujer? Eso es sencillamente imposible".

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Luzón calificó de "risible" la animadversión del procesado hacia Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, y aseguró que su versión de que esos relojes se los había encargado éste fue estudiada con su abogado, ya que antes se había negado a responder a esa cuestión.

Sobre la pretendida devolución de los 1.700 millones, el fiscal destacó que jamás se produjo y citó el informe pericial que demuestra que en su mayor parte terminaron en el Oversea Union Bank, de Singapur, bajo el control de dos abogados de Francisco Paesa, que ayudó a Roldán a ocultar su fortuna en ese paraíso fiscal.

Pero Luzón no terminó ahí. A continuación, describió "el montaje del procesado para engañar a sus superiores haciéndoles creer que sus cuentas suizas habían sido destinadas al pago de confidentes con cargo a los fondos reservados". Así, indicó que, mientras informaba a Eligio Hernández, entonces fiscal general del Estado; a su sustituto al frente del cuerpo, Ferrán Cardenal, y al ministro del Interior, Antoni Asunción, de su existencia, "él y su esposa se reunían en Ginebra con el abogado Guillaume Roof y con Roland Costacurta para ocultar su fortuna y transferirla al Aresbank de Madrid con la ayuda de testaferros de Paesa".

El fiscal acusó a Roldán de mentir a Hernández, Cardenal y Asunción cuando les comunicó por escrito que iba a pedir el cambio de titularidad de sus cuentas y cuando les aseguró que el banco le había negado esa posibilidad. En este sentido, destacó el prestigio del que gozaba Roldán, que incluso pudo ser nombrado ministro del Interior. "Fue una tomadura de pelo porque fue el propio banco suizo el que, ante la investigación periodística, echó a Roldán como cliente".

Luzón hizo hincapié en que los seis meses que duraron las operaciones en el Aresbank madrileño coincidieron en el tiempo con la situación más incierta del procesado.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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