Un sistema en apuros
Las finanzas japonesas parecen tener muchos más agujeros de los declarados, como evidencia la segunda quiebra importante en apenas una semana. Como era de suponer, si la potencia dominante en la zona está tocada, va a resultar difícil que alguien se salve de la quema. Ayer mismo, ocho bancos surcoreanos veían rebajada su calificación de solvencia, al tiempo que se señalaba que sus problemas seguirán a lo largo del próximo año.Con la Bolsa de Tokio cerrada por fiesta local, los inversores españoles evitaron cualquier compromiso y la contratación bajó hasta los 65.000 millones de pesetas. El 22% fueron aplicaciones.
Los bandazos de la Bolsa japonesa en la última semana parecían poner fin a una situación concreta, pero ayer los analistas se preguntaban si no sería el principio de una fase de mayor gravedad. Las finanzas japonesas han vivido subvencionadas- por unos intereses muy bajos, que han penalizado el ahorro y desviado el dinero hacia un mercado de valores que, en estos momentos, aparece en una posición apurada.