Interior resta valor al anuncio de ETA de que suspen e sus acciones en el "frente carcelario"

ETA anunció ayer su decisión de suspender "todas las acciones que tenía previsto realizar en el frente carcelario" y llamó a ciudadanos, partidos e instituciones a unir sus fuerzas para acercar los presos a cárceles de Euskadi. Esta declaración, a través de un comunicado en Egin, suscitó un cúmulo de interpretaciones: desde quienes creen que significa que "algo se mueve en ETA" hasta los que intuyen que no es más que una estratagema terrorista. El ministro de Interior. Jaime Mayor Oreja, tras calificar de "confuso" el comunicado etarra, declaró: "Sólo entenderemos un mensaje de ETA: el día que diga con claridad que deja de matar". Expertos antiterroristas sospechan que el comunicado etarra puede ocultar un ardid de la banda.

La organización terrorista retorna con este gesto, significativo y oportunista, la iniciativa perdida tras el asesinato del concejal del PP de Ermua Miguel Angel Blanco. El anuncio se produjo sólo unas horas antes de que el ministro del Interior se reuniese con los representantes de los partidos vastos para hablar de la política penitenciaria, especialmente del acercamiento de los presos que hay en las islas, paralizada por la presión que ha ejercido la violencia etarra.ETA advierte que el "conflicto y los sufrimientos derivados del mismo" persistirán mientras no se llegue a una solución que tiene su clave en "la soberanía, la autodeterminación y la territorialidad". Pero deja claro que su iniciativa no pasa de ser una "tregua sectorial" -tiene buen cuidado de no hablar expresamente de tregua- que sólo afecta al ámbito de las cárceles, el sector en el que ETA y HB se habían centrado a lo largo de los dos últimos años sin haber obtenido una mejora sustancial en la situación de los presos.

Los últimos atentados de ETA que se encuadran en el "frente carcelario" son los asesinatos del psicólogo de la prisión de Martutene Francisco Javier Gómez Elósegui, y del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, así como el secuestro del funcionario José Antonio Ortega Lara como telón de fondo. Tales acciones han sido contraproducentes para sus fines.

El giro dado ahora por la organización terrorista, que renuncia a la violencia para recurrir a la actividad política junto con los partidos vascos, a los que hace un llamamiento expreso, constituye un gesto corrector de su línea de inmovilidad y rigidez, orientado a congraciar a unas bases desconcertadas y escépticas tras la estrategia de los últimos tiempos.

Junto al anuncio de suspender sus acciones en el "frente carcelario", ETA trata de comprometer a sectores sociales vascos y realiza un llamamiento expreso a los ciudadanos, instituciones y partidos vascos para que "encaucen sus fuerzas en la defensa de los derechos de los presos y logren su regreso a Euskal Herria". Una alusión directa a los sectores sociales y políticos que confluyen en el denominado "tercer espacio" y que se alinean en las tesis defendidas por el movimiento Elkarri de un nuevo marco político que supere al Estatuto de Gernika.

El anuncio de ETA es una concesión a este ámbito político al que pretende atraer y alinear frente a las actitudes del Gobierno central, que los terroristas califican de "represivas".

La iniciativa de realizar el parón en el "frente carcelario" no tiene precedentes y resulta reveladora de lo que ETA está dispuesta a hacer a partir de ahora: adoptar una línea de flexibilidad y utilizar el impacto que produce el anuncio de una tregua como un instrumento más del juego político. La posibilidad del uso de las treguas temporales y sectoriales ha sido un antiguo debate interno en ETA, que no había tenido respuesta hasta ayer, lo cual indica hasta qué punto los actuales dirigentes están obligados a introducir factores correctores en su estrategia.

La organización terrorista también expresa una opinión escéptica, pero moderada si se tiene en cuenta su habitual forma de expresarse, respecto al debate abierto recientemente por Elkarri. ETA alude a este debate hablando de castillos en el aire y subraya que la solución del "conflicto" sólo pasa por la "soberanía, autodeterminación y territorialidad". Pero a la vez, proclama: "¡Bienvenida sea la discusión, de verdad!". Pero avisa de los peligros y la responsabilidad que entraña "perder el tiempo y andar a vueltas con seudo-soluciones inventadas entre cuatro paredes, pues las verdaderas bases para crear un proceso democrático son la participación de la sociedad vasca e ir al meollo del conflicto".

Precisamente a la participación de la sociedad vasca apela ETA para que tome parte activa frente a la política de Madrid que se caracteriza, dicen, por "la cerrazón y la ceguera" de los gobiernos tanto del PSOE como del PP. Es un llamamiento a la "acumulación de fuerzas" vascas que ETA y la izquierda abertzale persiguen como alianza con la que contrapesar los acuerdos y el pacto de los partidos democráticos, especialmente desde la convulsión que produjo en la sociedad el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco.