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La capital intercambia metros cuadrados con Alcorcón

Antonio Jiménez Barca

Madrid y Alcorcón intercambiarán unos 16.000 metros cuadrados. El pleno municipal del Ayuntamiento de Madrid aprobará a finales de mes el convenio que especifica exactamente qué metros se cambiarán y dónde están situados. La medida obedece a razones pragmáticas. La última frontera entre Alcorcón y Madrid se dibujó en 1962. Con el paso de los años, la M-30 y la M-40 se han trenzado entre las lindes. Lo ideal hubiera sido que las circunvalaciones se hubieran ajustado milimétricamente a la frontera. Pero eso, técnicamente, era imposible. Así que si las carreteras no pueden ceñirse a las fronteras, que las fronteras se ciñan a las carreteras."Éste ha sido un cambio en el que no ha habido ningún problema: Madrid recibe 8.500 metros de Alcorcón, y Alcorcón, casi los mismos", sostiene Gabriel Molera, técnico municipal del Ayuntamiento de Madrid. "Ha sido algo más testimonial que otra cosa", añade.

El municipio tiene otro cambio de fronteras pendiente, éste más problemático. En Rivas Vaciamadrid (22.000 habitantes) existe una colonia de 3.000 vecinos que, jurídicamente, pertenecen a la capital, pero que, de hecho, son de la localidad periférica.

.A estos 3.000 residentes les separan de Madrid unos ocho kilómetros de descampado. De Rivas Vaciamadrid no les separa más que una calle. Por eso, estos vecinos ya han manifestado, repetidamente, que quieren dejar de ser madrileños.

De esta manera, ya no tendrán que viajar ocho kilómetros para cualquier papeleo. Otro problema: los barrenderos que corresponden a estos 3.000 ciudadanos no les limpian la calle, dada la lejanía de la colonia. La calle, Dolores Ibarruri, no aparece ni siquiera en el callejero.

Para que la razón vuelva a la zona, es necesario que Rivas y Madrid se intercambien terrenos. "Y aquí no es tan fácil como en Alcorcón", dice Molera, que añade: "Es necesario, antes de tomar una decisión, saber cuál es el trazado definitivo del AVE y de la M-50, para poder sentarnos a hablar con un plano definitivo".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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