Casi 6.000 sensores controlan las obras del Metro

Abrir el subsuelo de la ciudad con los gigantescos topos que crean los nuevos ramales del metro tiene sus riesgos. Para controlarlos, técnicos de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Urbanismo han sembrado los barrios que están atravesando las máquinas tuneladoras con 5.800 sensores que miden cada día las oscilaciones que se producen en cada zona. Se trata, en palabras del consejero Luis Eduardo Cortés, del sistema de control "más importantes de Europa y puede que del mundo".

El lunes se hundió la calle de Emigrantes (Hortaleza), uno de los puntos de riesgo previstos, pero las obras han pasado ya por 75 edificios, de los 156 que hay controlados, y ninguno de ellos ha sufrido deterioro, según lldefonso de Matías, responsable del Centro de Control y Seguridad.

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