Guterres dice que Portugal ratificará pronto el tratado de extradición con España

El primer ministro portugués, Antonio Guterres, afirmó ayer que su país ratificará en breve el nuevo tratado de extradición, lo que dificultará que el país vecino pueda convertirse en un refugio para ETA. Durante la rueda de prensa que siguió a la cumbre hispano-lusa, Guterres afirmó contunden te: "Casos como el de Telletxea Maia [su extradición a España fue rechazada por el Supremo portugués] no se repetirán". Los Gobiernos de España y Portugal firmaron ayer dos nuevos convenios de colaboración policial y judicial que estrechará aún más la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico.

El presidente español, José María Aznar, salió en defensa de la colaboración antiterrorista del Gobierno luso y calificó de "injusto" que se le responsabilice del caso del presunto etarra Telletxea, cuya extradición fue denegada a España y aún se encuentra pendiente de su solicitud de asilo.El primer ministro portugués explicó que "la decisión de no extraditar a Telletxea fue tomada por el poder judicial [de Portugal] y el Gobierno no comenta sentencias, incluso cuando no está de acuerdo con ellas".

A pesar de que el Tribunal Supremo portugués se apoyó en una ley vigente para no extraditar al etarra por "razones políticas", el primer ministro Guterres explicó que "el proceso de ratificación del nuevo tratado de extradición está muy avanzado en Portugal, lo que evitará que casos como el de Telletxea vuelvan a repetirse".

Mientras se espera la decisión sobre el asilo político, el Gobierno portugués ha garantizado al español un estrecho y discreto control sobre el supuesto etarra, reclamado por la Audiencia Nacional.

Asimismo, el primer ministro luso explicó que "la cooperación bilateral en las redes de transportes y comunicaciones han alcanzado una velocidad de crucero". Guterres, más preciso que el presidente del Gobierno español, explicó que Ios dos países estarán unidos por autopistas en cinco puntos de sus fronteras en los próximos cuatro años", se pondrá en marcha un "tren rápido que unirá Galicia con Oporto, y de ahí con el resto del país", y se acordó la construcción de una gran puente sobre el río Miño.

A juicio del primer ministro portugués, los próximos cinco años van a ser decisivos "para cambiarle la cara a la Península".

Estos avances contrastan con el retraso del reparto de los recursos hídricos de la Península, una de los asuntos que más preocupan a las autoridades portuguesas. La reordenación de estos recursos y el embalse portugués de Alqueva, junto a la provincia de Badajoz, aún están pendientes del Plan Hidrológico Nacional español y de informes técnicos de los que se habla anualmente en cada cumbre bilateral. El presidente del Gobierno español explicó que estos asuntos deben "solucionarse con tranquilidad y sin obsesiones", lo que, sin duda, no tranquilizó a las autoridades portuguesas.

Inundaciones

Ante las graves inundaciones que hace escasas fechas devastaron Extremadura, principalmente Badajoz, y la zona limítrofe en Portugal, los dos mandatarios decidieron crear una comisión conjunta para coordinar las actuaciones de los servicios de Protección Civil con el fin de evitar futuras desgracias. La comisión estudiará posibles áreas con riesgo de inundaciones, intercambiará todas sus informaciones y coordinará el control de los caudales de los ríos y embalses.Aznar concluyó la rueda de prensa dada ayer con su homólogo portugués con una muestra de apoyo inequívoco hacia Portugal, y explicó que España apostará por el éxito de la próxima cumbre iberoamericana que se celebrará el próximo año en Oporto, impulsará junto a Portugal las relaciones económicas de ambos países en Brasil y Latinoamérica y ratificó el apoyo absoluto de España para que la Expo de Lisboa 1998 sea "un éxito político y económico".