Condena de 16 años para un padre por abusar sexualmente de su híja, de once
La Audiencia de Madrid ha impuesto 16 años de cárcel a un vecino de San Fernando de Henares de 40 años que abusó reiteradamente de su hija, de sólo 11. El padre comentó a la niña que hacía eso con ella porque la madre no satisfacía sus deseos sexuales. La niña calló durante un tiempo las vejaciones "por miedo" a que sus padres "se separasen" si ella le denunciaba, según explicó en el juicio y se recoge en la sentencia.Las tres agresiones sexuales que le han probado se produjeron en el domicilio familiar "entre finales de abril y principios de mayo de l996", cuando la madre se acostaba y la niña y el padre se quedaban en el salón viendo la televisión. La madre llevaba dos meses trabajando fuera de casa, tiempo éste en el que se produjeron las agresiones.
El tribunal ha acreditado que el padre cometió al menos tres agresiones sexuales con su hija. La primera vez fue así, según contó la menor al tribunal: "Estábamos viendo la tele en el sofá, él se bajó los pantalones y los calzoncillos, y me dijo que le tocara. Me metió la mano por dentro de la camisa, me tocó el pecho y luego me bajó las braguitas y me tocó con sus dedos; yo le decía que no me gustaba, que me dejase, que me hacía daño, y él contestaba que me relajase... Tenía películas guarras. Una vez me puso una".
Las otras dos agresiones sexuales fueron aún más viles. La madre declaró en el juicio que su esposo, del que se separó con posterioridad, "era muy fogoso e insistente, y que le gustaba el sexo anal. "Pero desde que empecé a trabajar", comentó, "dejó de insistir".
La madre. descartó ante los jueces que las agresiones fuesen una "invención" de su hija, a la que definió como "una niña responsable y muy adulta, aunque un poco tímida y reservada".
También recordó el día en que su hija, llorando, se le acercó, la abrazó y le contó entre sollozos todas las vejaciones a las que le sometía el padre. La menor comentó ese día a la madre que le dolía "el culito" porque su padre le había hecho daño.
El juez de guardia le envió a prisión. Y ahí seguirá.
