Marco Berriel juega con la poesía, el baile y el teatro

Al bailarín y coreógrafo Marco Berriel siempre le ha gustado mezclar estilos y géneros distintos en sus espectáculos. Ya lo hizo en los tiempos de pareja de Joaquín Cortés. Berriel, de formación clásica, ejecutaba un brillante dúo (creado por él) con el bailaor gitano. Ahora estrena dentro de la programación del Festival de Otoño Espejos de viento, un espectáculo en el que este bailarín y creador combina la danza contemporánea con el flamenco que ejecuta Lola Greco y pon la poesía que el actor José Luis Pellicena se encarga de recitar. Hasta un número de trapecio hay en el espectáculo para el que Berriel se ha entrenado a conciencia.

"La idea es reunir la danza, el teatro y la música para recuperar o recordar la poesía que hemos olvidado", apunta el bailarín que ha escogido textos de Neruda, Calderón, Kavafis, Cervantes, Quevedo o Beckett. Cuenta además su espectáculo con la colaboración de François Testory, un bailarín que procede de la formación de Lindsay Kemp y que además ejerce en este montaje como cantante lírico. Hay también siete músicos en directo.

"Pretendo unir todo de forma que no quede cada cosa por su lado. Lo más difícil es que parezca natural. Pero siempre intento respetar lo que es propio de cada campo", explica Berriel que añade: "Creo que no se lee suficiente poesía. Estamos en una época tan material que se nos olvida la poesía dentro de lo cotidiano", apunta.

Esta inclinación por hacer de sus espectáculos una especie de cóctel, dice Berriel que quizás se deba a su formación en la escuela de Maurice Bejart, con el que llegó a trabajar como primer bailarín de su compañía. En España, fue primer bailarín de la compañía de Nacho Duato.

Espejos de viento, en el teatro Nuevo Apolo (Plaza de Tirso de Molina, 1. Metro Tirso de Molina) hasta el 16 de noviembre. Horarios en cartelera. De 1.500 a 3.000 pesetas.