El Celta agrava la crisis del Tenerife
Los vigueses se consolidan en lo alto de la tabla
El Tenerife no levanta cabeza. Ayer fue el Celta el que le dejó en evidencia y aprovechó su oportunidad para, de paso, encaramarse en los puestos altos de la tabla. Los vigueses comparten la segunda plaza con el mismísimo Real Madrid. Y por lo visto ayer, su estado no es fruto de la casualidad. En opinión de los directivos del Tenerife, tampoco debe serlo el del Tenerife. Ya han encontrado un responsable, Víctor Fernández, al que despidieron de forma fulminante a la conclusión del encuentro.
Javier Irureta, en cambio, está firme en el cargo. Ha construido un equipo interesante, ha rentabillizado la descomunal inversión que realizó el Celta el curso pasado (Mostovoi y Revivo se han confirmado como dos jugadores excelentes, y Mazinho es uno de los mejores medio centro del planeta) con los retoques del actual (Karpin vuelve a ser el que era y Cadete es un punta con calidad y oficio). Juega bien el Celta. Tiene individualidades y todas se han puesto al servicio del equipo.
En el Tenerife se vive la situación contraria. Los pronósticos se dispararon en verano, pero la historia no funciona. Durante la semana, Víctor Fernández había pedido a su equipo un giro brutal en su actitud sobre el campo. Sin embargo, durante la primera mitad del partido de ayer el conjunto canario repitió pasadas actuaciones: Despistes defensivos, que supusieron el primer gol del Celta, y falta de coordinación entre líneas. Sólo las incursiones de André por la izquierda y los remates con mucha intención de Kodro se salvaron.
Otra vez el Tenerife tuvo que jugar a remolque en el marcador desde muy pronto y esto hizo que los nervios volvieran a aparecer tanto en el campo como en la grada. Ése ha sido uno de los grandes males de este equipo. En cuanto recibe un gol en contra, el Tenerife muere. Si marca primero, en cambio, deja ver algo del fútbol que lleva dentro.
Recuperación de balón
Tras el 1-0, el Celta vio posibilidades de aprovechar el descontrol del rival. A punto estuvo, de hecho, de ampliar su ventaja, pero Karpin malogró una ocasión descomunal. En el Tenerife la recuperación del balón sigue siendo una asignatura pendiente y así es muy difícil superar a rivales tan ordenados como el Celta.Los fallos en la defensa tinerfeña se sucedían y esto generaba multitud de ocasiones rivales. Desaprovechadas la mayoría, hasta que Revivo acabó con el partido gracias a su segundo gol, en una excelente jugada con Mostovoi. Aunque al final el Tenerife logró batir a Dutruel, Sánchez evitó cualquier sorpresa y hundió al conjunto canario en una crisis terrible que ya ha tenido sus primeras consecuencias: la cabeza de Víctor Fernández.
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