Un equipo vulgar
Poca contribución. El Barcelona intentó encontrar solución es para penetrar en la sólida defensa del Valladolid ensanchando el campo con Ciric y Figo pegados en banda. Por ahí encontraron el camino para llegar a la portería y crear sus ocasiones más claras. Rivaldo hizo sus apariciones en el área pero contribuyó poco a la creación. Falló en el primer minuto un remate clarísimo que hubiera cambiado el rumbo del partido.Controlaba bien. El Valladolid se replegaba hasta la mitad del campo para juntar sus líneas y evitar que el Barcelona pudiera meter balones a Rivaldo en zonas intermedias. Chema y Benjamín se incorporaban muy bien al ataque. En la primera mitad consiguió un único gol, en una perfecta ejecución de falta de Eusebio, aunque dispuso de varias oportunidades.
Gran trabajo ofensivo. Tras el descanso, Peternac y Víctor completaron el gran trabajo ofensivo realizado en la primera mitad. Volvieron loca a la defensa del Barça. Dispusieron de buenas oportunidades. Entre ambos construyeron el perfecto contraataque que dio lugar al segundo gol.
César. César, en una noche memorable, fue una baza fundamental en el triunfo de su equipo. Lo hizo todo bien. Jugó bien bajo los palos, realizando grandes intervenciones. Estuvo muy acertado en el uno contra uno y demostró gran autoridad en el juego aéreo.
Vulgar. El Barcelona se ha convertido en un equipo vulgar. Da la impresión de que los jugadores están totalmente desconcertados. Las facilidades en defensa rayan la ingenuidad. En ataque se reduce todo a la inspiración individual. Hasta ahora los goles han disimulado tantas carencias; pero si éstos no llegan, no sólo disminuirá la ventaja, sino que también le perderán el respeto, si es que aún queda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.