Pujol ratificó a Aznar su deseo de revisar el pacto sin tapar las diferencias

Jordi Pujol ratificó a José María Aznar, telefónicamente, su deseo de reunirse para analizar la posiblidad de mantener la colaboración entre CIU y el PP. a lo largo de 1988, aun confirmándole la existencia de problemas graves en la relación. Esta conversación se celebró el martes, cuando ya se conocían las polémicas declaraciones de Joaquim Molins en el sentido de que esa colaboración no podría mantenerse si persistían los desencuentros en asuntos que afectan a la sensibilidad de los nacionalistas.El presidente de Cataluña comunicó al jefe del Gobierno la conveniencia de que su reunión sea una vez aprobados los Presupuestos Generales del Estado, indicaron fuentes de la Generafitat. De esta forma, piensa Pujol, se podrían abordar proyectos de futuro tras haberse demostrado que CiU es leal con su compromiso de aprobar las cuentas que permiten entrar en Maastricht. El encuentro podría celebrarse, pues, entre Navidad y Reyes.

En esas fechas, además, ya se habrá producido la votación de la nueva ley del catalán y será conocida la posición adoptada finalmente por los 17 diputados del PP en el Parlament, en el que hoy se mueven entre la abstención y el voto en contra. Pujol intenta que el PP dé órdenes de abstención a su organización.

Según el diario La Vanguardia, la conversación entre Pujol y Aznar fue tensa porque el presidente del Gobierno le preguntó repetidamente si quería poner punto y final al pacto de gobernabilidad y el líder nacionalista se mostró esquivo y no tranquilizó a su interlocutor. Fuentes de La Moncloa y de la Generalitat confirmaron la existencia de esta conversación, pero dijeron desconocer si había tenido ese tono.

"La ruptura no procede"

Pujol dijo el jueves en Londres que "la ruptura [en la colaboración con el PP] no procede en este momento", si bien resaltó que los conflictos con el Gobierno sobre asuntos que afectan "a los sentimientos" catalanistas son potencialmente muy desestabilizadores."Hay aspectos positivos a todos los niveles y también los hay negativos en nuestra colaboración [con el PP]. Pero la ruptura no procede en este momento", afirmó Pujol ante los alumnos y profesores de la London School of Economics.

Medios de CiU ratifican que una cosa es que se quiera expresar el malestar de la coalición y otra que se desee la ruptura o que se considere inevitable.

Colaboradores de Pujol opinan que unas elecciones anticipadas en España reproducirían una correlación de fuerzas semejante, con un PP con mayoría insuficiente que necesitaría pactar de nuevo, por lo que resulta aconsejable que unos y otros se ahorren el esfuerzo.

Y Pujol sólo se atreverá a convocar unas elecciones anticipadas en Cataluña si la opinión púbIica asume la necesidad de acudir a las urnas, lo que no es el caso. A finales de 1998 los calendarios ya empezarán a apremiar.