Amenaza de boicoteo al Masters femenino
La WTA reduce en medio millón de dólares el total de los premios
Varias de las mejores jugadoras mundiales mandaron la semana pasada una carta a la WTA (Asociación de Jugadoras de Tenis) en la que amenazan a esa organización con no disputar el Masters -Chase Championships- si no se restablecen los premios previstos, con un montante de dos millones de dólares. Durante el torneo de Moscú, algunas jugadoras descubrieron que la suma total de los premios era de 1,5 millones de dólares, y no dos como queda establecido en toda la publicidad del torneo. El Chase Championships se disputará en Nueva York entre el 17 y el 23 de este mes."Éste es un acuerdo al que llegamos con los representantes de las jugadoras hace 18 meses. Pero ahora ellas ya no se acuerdan", aseguraron ayer fuentes de la WTA. Sin embargo, varias jugadoras se manifestaron en sentido contrario. "Nosotras no sabíamos nada de eso", afirmaron. Incluso llegaron a explicar que el descubrimiento de la rebaja en los premios las dejó perplejas. La campeona del Masters recibirá este año 22 millones de pesetas menos que el año pasado. Y la que pierda en la primera ronda, 1,2 millones de pesetas menos.
La base del problema son las dificultades económicas que atraviesa el circuito femenino, WTA Tour. Los 500.000 dólares que ahora se les quitan a las jugadoras revertirán después en bonificaciones. Pero tampoco en este reparto están de acuerdo. "Este dinero no repercutirá de forma proporcional a la clasificación de cada tenista, sino según criterios muy distintos. Y como consecuencia, también en eso algunas de las mejores saldrán perjudicadas", comentaron varios entrenadores femeninos.
La organización del WTA Tour es bastante distinta a la del ATP Tour (circuito masculino) en estos aspectos. Mientras que la base que mueve el circuito masculino es el ranking mundial, en el circuito femenino se establece un ranking de imagen -o mercadotecnia- paralelo al deportivo y se le da prioridad en algunos aspectos. En el Open de EE UU, celebrado en septiembre, los directores de torneos crearon una lista de 20 jugadoras preferentes -las 16 primeras del mundo, aunque no por el orden de clasificación, más otras cuatro- en la que incluyeron a Chanda Rubin (29ª mundial), Venus Williams (25 a), Anna Kournikova (32 ª) y Jennifer Capriati (por encima de la 100ª).
A las 20 componentes de esta lista la WTA las designa para una serie de torneos. Si al final de la temporada los han cumplido, reciben una bonificación, que saldrá de los 500.000 dólares restados a los premios del Masters. Estar en la lista tiene otra ventaja sustancial: sus componentes tienen prioridad para entrar en todos los torneos que quieran disputar, hasta tal punto que este año la checa Helena Sukova (una de las elegidas la pasada temporada), actualmente 101ª mundial, jugó en Zúrich, Luxemburgo y Moscú desplazando a jugadoras mucho mejor clasificadas que ella. Además, les permite inscribirse tres días antes a cualquier torneo y desplazar a las jugadoras de la lista de espera.
La mayor discrepancia entre jugadoras y organización es, sin embargo, que el reparto del dinero de las bonificaciones no se realiza basándose en la clasificación, sino en el ranking establecido en las preferencias de los directores de torneos. Hay ejemplos claros: Williams pasa de ser la 25º mundial al 7º puesto; Kournikova, del 320 al 80; Davenport, del 5º al 10º; Coetzer, del Y al l3'; Conchita Martínez, del 10º al 9º y Arantxa, del 9º al 4º. Lo que realmente da fuerza a la amenaza de las jugadoras es que incluso las tenistas que salen favorecidas por esta situación han firmado. Es el caso, sin ir más lejos, de Arantxa y Conchita.
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