Villalonga ocultó al "núcleo duro" de Telefónica la destitución de Portela

El presidente de Telefónica, Juan Villalonga, ha sorprendido otra vez al núcleo estable de accionistas de la compañía (Argentaria, BBV y La Caixa) con una decisión de enorme trascendencia para el grupo. Villalonga ocultó su decisión de sustituir a Marcial Portela como consejero delegado de Telefónica Internacional hasta que hizo público un comunicado de la empresa a última hora del miércoles. El núcleo estable reconoció ayer su sorpresa e insatisfacción por las razones expresadas para justificar los cambios.

Marcial Portela, uno de los fichajes estrella de Juan Villalonga para Telefónica, será sustituido hoy por el consejo de administración de TISA por Juan Perea, director general de planificación del grupo Telefónica y uno de los antiguos colaboradores de Villalonga en Bankers Trust. Aparentemente, Portela había gozado de la confianza plena de Villalonga. Había participado en todas las negociaciones confidenciales para pactar los acuerdos con British Telecom y MCI y él había sido uno de los protagonistas de la famosa estrategia de la servilleta, en la que se estableció el orden de prioridades para la expansión internacional. Sin embargo, al parecer Villalonga le ha retirado esa confianza bruscamente.Fuentes de la compañía justificaron la sustitución de Portela en la necesidad de que la gestión de TISA, que genera entre un 20% y un 25% de los ingresos del grupo Telefónica, "esté más integrada don el resto del equipo".Esas mismas fuentes señalan que Portela trabajaba de una forma "excesivamente independiente", lo que no era del agrado de Villalonga. TISA escapa a la responsabilidad de Javier Revuelta, consejero delegado de Telefónica y también procedente de Bankers Trust. La actuación de Portela no ha encajado con la forma de hacer del centro corporativo de Telefónica, en el que Villalonga no había incorporado a Portela y en el que sí están Perea y Revuelta.

Las razones del presidente

Los portavoces de Telefónica manifestaron ayer que "en beneficio del proyecto y de la compañía, Portela ha alcanzado un acuerdo con el presidente para dejar la empresa", aseguraron fuentes de Telefónica. Portela no contestó a las llamadas de este periódico para conocer su ver sión. Sostienen también que no existen razones para que Villa longa adelantara su decisión a las entidades que integran el núcleo estable de accionistas (Argentaria, BBV y La.Caixa). Otras fuentes aseguran que el presidente de Telefónica sí se lo había comunicado a algunos consejeros de los denominados independientes.Fuentes de las entidades del núcleo duro, muy al contrario a lo que les parece a los portavoces de la empresa, destacaban su "sorpresa" y malestar al tiempo que aseguraban que habían tenido conocimiento de la noticia a partir del comunicado que la empresa difundió la noche del miércoles. Esas mismas fuentes tacharon de insuficiente la información facilitada sobre las razones del cambio, sobre todo, cuando Telefónica se encuentra en medio de un proceso de redefinición de toda su estrategia de alianzas internacionales. Esas mismas fuentes recordaron, además, que no es la primera vez que Villalonga les sorprende con decisiones de este tipo.

En el entorno internacional en el que se mueve Telefónica también sorprendió el golpe de mano efectuado por Villalonga "con un ejecutivo que hasta hace dos días manejaba los hilos de la estrategia internacional". También afirman que la decisión de Villalonga es una muestra de precipitación que no se entiende bien. Perea, desde su anterior cargo, se había encargado de seguir de cerca la evolución de las diversas ofertas sobre MCI, el potencial aliado de Telefónica para las inversiones en Latinoamérica. Perea, que dejará la presidencia de Amper, ratificó ayer en sus cargos a todos los directivos de las filiales latinoamericanas de la compañía.