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Juicio contra una banda que secuestró a un matrimonio y a sus dos hijas

Dos presuntos miembros de la banda de encapuchados que secuestró el 8 de noviembre de 1995 a un matrimonio y a sus dos hijas en un chalé de San Martín de la Vega se sentaron ayer en el banquillo de la Sección Cuarta de la Audiencia de Madrid. Ramón H. C. y Francisco Javier S. R. negaron su intervención en el secuestro, que concluyó en un espectacular tiroteo con la Guardia Civil.Teodoro M. D., padre de la familia secuestrada, describió al tribunal la angustia que sufrieron él, su esposa y sus dos hijas (de 14 y 16 años) durante las dos largas horas que duró el secuestro: les mantuvieron amordazados, atados de pies y manos y apuntándoles con pistolas. Los procesados retuvieron primero a la mujer y a sus dos hijas y esperaron, dentro del chalé familiar, la llegada del padre. Teodoro -vendedor de coches de lujo usados- llevó a los asaltantes hasta su negocio y les entregó 20 millones al ver que estaban desesperados porque no había dinero en casa y le amenazaban con matar a una hija.

Ramón H. C. ofreció al tribunal una singular versión exculpatoria. Según el sumario, los encapuchados llegaron al chalé en una furgoneta Renault. Tanto en ese vehículo como en las inmediaciones del chalé, la Guardia Civil halló manchas de sangre, del mismo tipo que las descubiertas en la ropa que las enfermeras del hospital de Getafe entregaron a la esposa de Ramón tras ingresar ese día con un impacto de bala.

Ramón explicó que esa ropa -hallada luego por la Guardia Civil en su casa, dentro de la lavadora- no era suya. Admitió que aquella tarde se subió al Renault y que un amigo suyo (cuyo nombre no facilitó) le trasladó a Madrid, donde se quedó viendo escaparates. Según él, el disparo lo recibió en Moratalaz cuando perseguía "a unos chavales que acababan de atracarle".

Francisco Javier R. era el dueño del Renault. Tras el secuestro pasó un año en Menorca, hasta que "se entregó voluntariamente en el juzgado al saber que le buscaban, pero es inocente", subrayó su abogado, Eduardo Alarcón. El juicio continuará mañana.

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