Bengalas y terremotos
La plantilla del Real Madrid se encontraba reunida en un salón del hotel de concentración realizando una sesión de estiramientos cuando de repente comprobó que algo raro sucedía. Los cuadros se movieron y la sensación general era de que el suelo también lo hacía. Era un terremoto.El primer movimiento sísmico se produjo a las 12.30, a 20 kilómetros de Atenas, con una intensidad de 4,4 puntos en la escala de Richter, y el segundo de 4,1. Hubo un tercero movimiento, de 5 ,5, pero este fue en la isla de Creta.
No llegó a ser un movimiento sísmico lo que el Madrid vivió después en el campo, pero casi. Sobre todo, para Suker, con quien los hinchas jugaron al tiro al blanco cuando el jugador intentaba ejecutar un saque de esquina. No le acertó ningún objeto, pero sí al juez de línea de esa banda. También hubo' lanzamientos de bengalas, y mucho ruido. La afición del Olympiakos demostró ser tan fiera como la pintaban. Pero gracias a la protección policial, que custodió con minio tanto a jugadores, árbitros, como periodistas, los incidentes concluyeron sin consecuencias.
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