El alcalde de Aretxabaleta expulsa del gobierno municipal a HB
El alcalde de Aretxabaleta (Guipúzcoa), Juan Antonio Rodriguez, expulsó ayer a los cuatro concejales de Herri Batasuna (HB), brazo político de ETA, del gobierno municipal al cumplirse el plazo de una semana que les había dado para que condenaran el ataque contra la sede del PNV en la localidad por parte de grupos afines a la izquierda abertzale. Rodríguez, un independiente en las listas del PNV, repartió entre los ediles del propio PNV y de Eusko Alkartasuna (EA), sin contar con los socialistas, las tres áreas que administraba HB.
Los concejales de la coalición radical llegaron a expresar el domingo públicamente que "lamentan" el sabotaje del batzoki peneuvista y que el incendio que lo destruyó "no fue de su agrado". No obstante, enmarcaron estos hechos en el "conflicto" y en la "negación de la soberanía, la represión y la tortura".
El responsable de política municipal de la ejecutiva guipuzcoana del PNV, Juan Mar¡ Juaristi, reconoció ayer que el que hubieran "lamentado" el ataque constituía una "pequeña modificación en los hábitos" del proceder político de la coalición, pero no era suficiente como para seguir gobernando juntos. "Ha habido en estos meses muchas sedes arrasadas y muchos símbolos y sentimientos destrozados en poco tiempo", dijo Juaristi para explicar las razones que han llevado a su partido a romper definitivamente una alianza de gobierno con HB que funcionaba muy bien.
Ni siquiera la convulsión que produjo en julio el asesinato de Miguel Angel Blanco acabó con esa colaboración pragmática que mantienen los nacionalistas en algunos pueblos del interior de Guipúzcoa, especialmente en la comarca del Alto Deba. Con sus 5.956 habitantes, Aretxabaleta es un municipio que dispone de 700 millones de presupuesto municipal y conoce una prosperidad económica impulsada por la impresionante expansión del movimiento cooperativo de la localidad vecina de Mondragón.
Importante parcela
Hasta ayer, el grupo municipal de HB administraba tres áreas del municipios: Obras y Servicios, Barrios y Medio Ambiente y Euskara, una importante parcela de gobierno municipal de la que la coalición ha quedado apartada por la actuación vandálica de los jóvenes del entorno de ETA, que en los últimos meses han centrado sus ataques en los dos partidos nacionalistas democráticos, PNV y EA.La situación creada ha derivado en un agrio debate en el seno de HB de Aretxabaleta, donde se han contrapuesto dos posiciones, la de un sector de concejales moderados, que han expresado en privado su intención de seguir acudiendo a las comisiones para trabajar por el pueblo, y la del sector más radical, que no quiere saber nada del gobierno municipal.
En cuanto a los dos concejales del PSE que abandonaron el gobierno municipal mientras los ediles de HB siguieran formando parte del ejecutivo, no asistieron ayer a la comisión de gobierno en la que se formalizó la ruptura.
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