Jornada de asueto
Los inversores se tomaron ayer el día libre, ni compraron ni vendieron, a la espera de que los mercados muevan ficha. El curioso resultado de esta actitud fue que esos mercados mostraron un talante contemporizador del que podía deducirse fácilmente que es un buen momento para comprar. Semejante confusión sólo podía llevar a un resultado, el nivel de la contratación cayó al nivel más bajo de los últimos 10 días, con 71.173 millones de pesetas.La recomposición de carteras, algunas pertenecientes a fondos de inversión, ocupó la mayor parte del tiempo de los gestores y dejó pocos resquicios para que la especulación -que en los últimos días ha mantenido una buena parte de la actividad del mercado- pudiera moverse con márgenes aceptables, lo que explica la relativa calma de los mercados a pesar de la recuperación de la cotizaciones.
El mercado de deuda también cedió en los precios, situando la rentabilidad de la emisión a 10 años en el 6,06%, mientras que el diferencial con Alemania sigue en 0,45 puntos.
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