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Aznar dice en Tokio que su política económica ha tenido "sabor amargo" para parte de los españoles

ENVIADO ESPECIALEl presidente del Gobierno español, José María Aznar, reconoció ayer en Tokio que a política económica de su Gobierno ha tenido un "sabor amargo" para una parte de la sociedad española, aunque se ha visto mitigado por dos factores: la existencia de una gran cohesión social y política alrededor del proyecto de la Unión Monetaria y a los "excelentes resultados económicos alcanzados en un corto periodo de tiempo". Estas dos circunstancias explican, en su opinión, la baja conflictividad social registrada en España en los dos últimos años.

Aznar daba ayer esta explicación ante más de un centenar de empresarios japoneses en la sede del grupo Nikkei, cuyo índice de valores es el más conocido de la Bolsa japonesa. La fórmula que expuso es clásica: reducción del gasto público, "reajustes fiscales" para estimular el ahorro y política monetaria restrictiva para reducir la inflación. El día anterior, ante los principales banqueros del país, la fórmula fue un poco más literaria, según sus portavoces: "Pocos secretos y mucho sentido común".El presidente del Gobierno ha predicado su fe liberal en un mercado que se ha protegido durante años de la competencia exterior a través de complejos mecanismos legales y que ha construido una de las economías más. poderosas del mundo, pese a que en estos últimos años se encuentra bastante estancada. Productos españoles de piel, moda o zapatos siguen esperando turno para cruzar las fronteras japonesas que las naranjas españolas tardaron en pasar 21 años.

EI ministro de Industria, Josep Piqué, que acompaña a Aznar en esta visita, dijo ayer que ya se puede hablar de un "salto cualitativo" en las relaciones entre España y Japón. "España", afirmó, "ya no es un país que sólo busca las inversiones japonesas sino que es capaz de plantear proyectos de cooperación en terceros países, ya sea en Asia o en América Latina.

El ministro de Industria, en una breve conferencia de prensa, destacó también la confianza de la industria automovilística japonesa en España, de donde importa vehículos para su mercado interior. Esta tendencia parece que se consolidara en el futuro con la inversión de Nissan de 100.000 millones de pesetas en los próximos años para el desarrollo en España de dos nuevos monovolúmenes.

Este buen clima en las relaciones económicas entre los dos países se reflejó en la entrevista que mantuvo ayer Aznar con su homólogo japonés, Ryutaro Hashimoto. Ambos acordaron reunirse anualmente para evaluar el desarrollo de las relaciones entre los dos países. Aznar ha repetido durante su visita su deseo de establecer unas relaciones privilegiadas con Japón en el marco de una política exterior más activa en Asia.

La entrevista entre Hashimoto y Aznar, que fue seguida de una cena en honor del presidente español y de su esposa, Ana Botella, en la residencia oficial del primer ministro japonés, cerró la apretada agenda de entrevistas del presidente del Gobierno, en las que Aznar ha tomado contacto con los principales líderes del Partido Liberal Democrático (PLD), que ha dominado la política japonesa en los últimos 40 años.

En un hueco de su agenda, el presidente acudió ayer a visitar el templo Meiji, un impresionante recinto sintoísta, construido en memoria del emperador Meiji en medio de un bosque con más 365 especies de árboles que ocupa una superficie de 700.000 metros cuadrados en el centro de Tokio. Aznar asistió a una ceremonia de baile ritual, Kaguramai, en la que se invocan mercedes para los asistentes.

Por otra parte, el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, dijo ayer que el anuncio de Aznar en Japón de introducir una reforma del IRPF es "una torpeza y una irresponsabilidad" que puede crear "uno de los conflictos más serios del Gobierno del PP". Según Gutiérrez, ese anuncio supone "más regalos fiscales a los que ya son más ricos, es decir, a los que más ganan". El PSOE e IU criticaron también las nuevas medidas liberalizadoras en la economía anunciadas por el presidente en su viaje japonés.

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