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CONVULSIÓN EN LOS MERCADOS FINANCIEROS

Unos fondos muy oscuros

Las turbulencias bursátiles están afectando a los fondos de inversión en renta variable. Numerosos partícipes que desean retirarse de ese frente inversor caliente y, por tanto, arriesgado, se quejan de, los problemas que encuentran para saber cuál es el valor real de su inversión a la hora de vender participaciones.Y a esas críticas no les falta razón. Las sociedades gestoras tienen obligación de calcular diariamente el valor liquidativo del fondo; es decir, la cantidad de dinero que obtendrían si vendiesen todo su patrimonio ese mismo día.

Para ello, deben calcular el valor de los activos que forman su patrimonio a los precios de la cotización de cierre de la Bolsa, según el método regulado por la circular 7 / 1990, de 27 de diciembre, de la Comisión del Mercado de Valores (CNMV).

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Una vez obtenido el valor liquidativo, la gestora debe comunicarlo diariamente a la Sociedad Rectora de la Bolsa en la que esté inscrito. También debe comunicar su patrimonio total y el número de partícipes.

La gestora envía estos datos cuando cierra el mercado, ya que es el momento en que se sabe cuál es el precio final de los activos en cada sesión. La Rectora, a su vez, los publica al día siguiente en su Boletín de Cotización.

La Prensa recibe esa informnación ese mismo día, bien tomando los datos del Boletín o a través de Infobolsa, un servicio electrónico de la Bolsa de Madrid.

Un día más tarde, esos mismos datos son publicados en los periódicos y reflejan el precio liquidativo de dos días antes. Es una situación similar a lo que sucede con las cotizaciones bursátiles, de las que se publica el precio del día anterior (a las 24 horas), mientras que en el caso de los fondos se publica el valor con 48 horas de retraso.

Tanto en un caso como en otro no se refleja su precio a tiempo real, y los inversores deben tomar los datos solamente como una referencia para adoptar sus decisiones de compra o de venta.

Además, en el caso de los fondos ocurre que algunas gestoras no comunican su valor liquidativo en momentos en que éste desciende, para no alarmar a los partícipes. La Sociedad Rectora de la Bolsa, en ese caso, se limita a repetir el último dato recibido y no exige a las gestoras una actualización de los valores.

De esa forma, de algunos fondos sólo se conoce su valor participativo no ya de hace 48 horas, sino en algunos casos sólo el de hace una semana. En estos casos, cuando un ahorrador acude a la gestora para vender su participación en una fase bursátil bajista, se puede encontrar con la, desagradable sorpresa de que su inversión ha perdido una buena parte del valor ya publicado.

Esa falta de información, que equivale a una manipulación, debería ser tomada en cuenta por la autoridad bursátil por excelencia, la CNMV, para exigir a las gestoras que envíen a diario sus datos y para exigir a las Rectoras que no adopten una posición pasiva, que se nieguen a repetir valores antiguos y adviertan en sus Boletines que no han recibido los datos pertinentes.

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