El Gobierno de Lisboa duda que los portugueses acepten la regionalización
La regionalización de Portugal, uno de los prioritarios compromisos electorales de los socialistas lusos durante la campaña que les llevó al poder en 1995, se ha convertido en una fuente de divisiones en el seno del partido del Gobierno, algunos de cuyos más destacados dirigentes han solicitado un aplazamiento M referéndum inicialmente previsto para el 25 de abril de 1998. Fuentes del Gobierno han admitido a EL PAÍS que los sondeos oficiales no ofrecen actualmente una opinión mayoritaria a favor de la división regional del país.
El alcalde de Oporto, Fernando Gomes, uno de los defensores del proyecto socialista, ha reconocido la conveniencia de que el Gobierno atrase la convocatoria del mencionado referéndum hasta que el Ejecutivo actualice el censo electoral, reconocidamente desfasado, con el fin de que sean "los vivos y no los muertos" quienes decidan el futuro mapa de Portugal. Independientemente de este oportuno argumento y de las corrientes socialistas en contra del proyecto, el primer ministro, Antonio Guterres, está dispuesto a mantener su palabra y avanzar con la división regional en esta legislatura, siempre y cuando los portugueses no rechacen mayoritariamente el proyecto. El ministro adjunto a la Presidencia, Jorge Coelho, ha empeñado su cargo y sostiene públicamente que dimitirá si la consulta no se realiza el próximo 25 de abril.El ex primer ministro socialdemócrata, Aníbal Cavaco Silva, ahora apartado de la política, declaró ayer que "los altos responsables del Partido Socialista, si pudiesen, aplazaban la regionalización sine die; el problema es que [la regionalización] fue un compromiso muy firme asumido en su campana electoral y por ello intentan avanzar sólo un poquito".
Cavaco, que fuera jefe del Gobierno luso durante la década 1985-1995, criticó la ausencia de un estudio económico-financiero del Ejecutivo sobre el costo de las futuras regiones: "Vamos a entrar en el tercer año de gobierno y ahora se habla de un aplazamiento del referéndum cuando el proyectó pensaba aprobarse en los seis primeros meses. Ni siquiera han hecho las cuentas y yo espero que contraten, el Partido Socialista y el Gobierno, un especialista en la materia que estudie no sólo los aspectos de la descentralización financiera sino también aquello que los economistas llaman el proceso de las cosas colectivas".
El actual líder del Partido Social Demócrata y sucesor de Cavaco, Marcelo Rebelo de Sousa, ya ha anunciado su frontal oposición al actual proyecto socialista y está convencido de que los portugueses votarán mayoritariamente no en la futura consulta sobre las regiones.
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