Las preguntas del billón
Guía para atravesar la crisis bursátil y no perecer en el empeño
Los inversores, especialmente los más modestos, se sienten indefensos ante una severa corrección como la que están sufriendo actualmente los mercados bursátiles. Con frecuencia, han recibido consejos positivos del tipo: "No deje pasar esta oportunidad para ganar dinero fácilmente". Pero la Bolsa tiene sus reglas, aunque sean casi impredecibles, y las caídas toman por sorpresa a más de uno. Ese es el juego y ese es el riesgo. En cualquier caso, se puede intentan dar respuesta a algunos interrogantes.¿Por qué sube o baja la Bolsa?
La Bolsa es un mercado que se rige por las leyes de la oferta y la demanda. Los inversores tienen en cuenta dos aspectos diferenciados en cada momento. Por una parte, los datos económicos de las empresas y sus posibilidades a medio y largo plazo. Por otra parte, la coyuntura económica general, en la que no se olvidan de la evolución de los tipos de interés, de los mercados de cambios. Esa sería la parte del análisis fundamental del momento. Pero, además, el análisis técnico, basado en el estudio de los gráficos históricos de cotizaciones, permite augurar el futuro comportamiento de los valores y de los índices bursátiles. La fusión de estas dos técnicas de previsión facilita la especulación, es decir, las entradas y salidas a corto plazo para obtener beneficios gracias a las diferencias entre el precio de compra y el de venta. Cuando una mayoría de operadores piensa que hoy pueden comprar más barato que mañana presionan los precios al alza y un movimiento opuesto se origina en la situación inversa. Pero no hay ninguna regla que permita asegurar cómo se comportará una Bolsa en una fecha determinada.
¿Hasta dónde puede llegar la caída bursatil?
Esa es, realmente, la pregunta del millón de dólares, y a la que nadie tiene respuesta. Los analistas consideran que el índice Ibex 35 tiene una zona de soporte bien fundamentada en tomo a los 5.500 puntos, pero ello no deja de ser una especulación. La globalización de la economía y los movimientos de capital hacen impredecible cualquier movimiento a corto plazo, aunque a largo plazo los analistas coinciden en mantener una senda alcista.
¿Existe algún riesgo de sufrir un crash como el de 1929
Pocos analistas contemplan esa posibilidad. La crisis de 1929 llegó a sus últimas consecuencias por una terrible falta de liquidez. Ya en la crisis de 1987 las autoridades monetarias habían aprendido la lección y evitaron el colapso. En caso del necesidad volverían a inyectar dinero en el mercado para evitar el colapso.
¿Es mejor vender o esperar?
Las situaciones personales son muy distintas y determinan la conveniencia de actuar en un sentido o en otro. Un inversor que haya obtenido unas plusvalías (diferencia de precio al que ha comprado y al que se encuentran ahora sus acciones) que considere suficientes, debería quedarse en liquidez (vender) y esperar que las aguas vuelvan a su cauce. Aquellos que han comprado en la última ola alcista y que ahora están en pérdidas (teóricas) deberían aguantar. La venta con pérdida real es el último recurso.
¿Conviene aprovechar la crisis para comprar más barato?
Es una posibilidad para los más arriesgados, aunque los inversores más cautos deberían esperar para ver qué camino toman los grandes inversores institucionales.
¿Es preferible la renta fila?
Los inversores que ahora estén en liquidez tienen una buena alternativa en la renta fija, por lo menos hasta que se aclare la situación de la renta variable. Ahora, los precios de los bonos tienden a subir precisamente porque muchos ahorradores están volviendo a ellos. Pero tampoco se debe olvidar que algunos títulos de renta variable ofrecen rentabilidades por dividendo muy superiores al rendimiento de la deuda, pública o privada.
¿Y probar con otras alternativas no financieras, como oro, diamantes o inmuebles?
Siempre debe depender de los mercadoas concretos. Los diamantes están observando un comportamiento muy regular y el reciente acuerdo entre Rusia y la surafricana De Beers debería asegurar una positiva evolución de precios. Otro caso ocurre con el oro, que sigue registrando pérdidas ante los rumores de ventas de las reservas de algunos bancos centrales, el último el de Suiza, lo que le ha llevado a perder en la práctica su papel de valor refugio. Finalmente, el precio de los inmuebles está tendiendo a subir en paralelo con la inflación en los últimos meses, aunque su rentabilidad como inversión apunta a un periodo muy largo..
¿Cómo afecta la caída de la Bolsa a los fondos de inversión?
Depende del tipo de fondo. Los FIAMM invierten en activos del mercado monetario (por eso se les conoce como fondos de dinero) y el hecho de que tengan su patrimonio colocado en letras y repos a corto plazo impide que las oscilaciones bursátiles les afecten directamente. Tampoco afectan a los FIM (fondos de inversión mobiliaria) de renta fija, ya que éstos tienen invertido el 100% de su cartera en deuda a corto y a largo, ni a los Fondtesoros, que sólo invierten en títulos del Estado. Caso distinto es el de los fondos de renta fija mixta, que tienen entre el 75% y el 1001/6 en renta fija y el resto en renta variable. La repercusión negativa dependerá del porcentaje que tengan colocado en Bolsá. Los más afectados, lógicamente, son los de renta variable, que tienen más del 70% de su patrimonio en este tipo de valores.
¿Qué pasa con los fondos garantizados referidos al Ibex?
En principio, no debe de haber problemas con ellos. Eso sí, si el mercado bursátil baja, el índice Ibex registrará fielmente ese retroceso, con lo que la ganancia final será menor que las expectativas de meses atrás. Muchos de estos fondos, por otra parte, no han invertido en Bolsa y aseguran su rentabilidad gracias a colocaciones en deuda comprada a tipos de interés muy rentables.
¿Qué tipo de valores son los que aguantarán mejor la corrección?
A nivel de sociedades concretas, es una de las respuestas mas difíciles y casi imposible de predecir. A nivel más general, los analistas coindicen en señalar los sectores de alimentación, autopistas, inmobiliario, petróleos y seguros como los más proclives a observar buenos comportamientos. Pero la crisis bursátil actual, que está erosionando los mercados del sureste asiático, tiende a extenderse a otros mercados de países emergentes y se corre el peligro de contagio en América Latina. La Bolsa española sería, en este caso, una de las más vulnerables de Europa. Numerosas empresas de nuestro país han realizado importantes inversores en aquel área. Así, valores como Endesa, Telefónica, Santander o Banco Bilbao Vizcaya soportarán durante las próximas fechas otras presiones adicionales sobre sus precios.
¿Conviene acudir a las próximas ofertas públicas de venta?
Cuando salgan al mercado las anunciadas ofertas públicas de venta, como es el caso de Aceralia, será señal de que las aguas están más tranquilas y se podrá acudir sin mayores temores, pensando básicamente en la conveniencia o no de la oferta.
¿Cómo aprovecharse de las minusvalías?
Desde el punto de vista fiscal, las minusvalías (pérdidas) sufridas en la inversión bursátil pueden compensar otras plusvalías cosechadas por otros medios. En todo caso, el resultado dependerá de la situación de cada inversor y, en caso de dudas, deberá consultar con sus asesores fiscales.
¿Es mejor parar la contratación al llegar a un determinado nivel de caída o permitir que el mercado ajuste libremente los precios?
Los expertos están divididos al respecto. Detener la contratación al llegar a un determinando, nivel de pérdidas permite a los inversores plantearse su estrategia con más calma y analizar detenidamente el comportamiento del mercado. Por otra parte, la imposibilidad de vender puede producir una sensación de inseguridad en otros inversores, que necesitan liquidez urgentemente y que pueden presionar aún más los precios a la baja. Detener la caída y asegurar. liquidez por parte de las autoridades monetarias, sin embargo, parece ser el camino elegido.
¿Por qué no hay medidas correctoras cuándo las bolsas suben demasiado?
Porque nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena. Pero las autoridades monetarias (caso del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Alan Greenspan) han señalado en varias ocasiones el riesgo de la "irracional exuberancia" de los mercados bursátiles en los últimos meses.
¿Cómo puede afectar la caída bursátil a la economía real?
Depende del nivel de la caída. Si el correctivo sólo afecta a los precios de las acciones, ello no debería traducirse en un movimiento negativo para la marcha de las empresas, para sus beneficios o para el nivel de empleo.
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