_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ellas

Rosa Montero

¿Por qué odian tanto a las mujeres?O por qué las temen tanto: semejante sadismo sólo se puede concebir desde el pavor. Hablo de los talibanes, que han impuesto en Afganistán un régimen de terror semejante al de Pol Pot o Hitler. El último decreto aprobado por esos fanáticos prohíbe la asistencia hospitalaria a las mujeres: las clínicas del país han quedado cerradas para ellas. Y han expulsado a las enfermas que estaban ingresadas: a medio parir, o recién operadas, o tal vez a punto de entrar en el quirófano para una intervención a vida o muerte que ya no tendrá lugar y será sólo muerte.El único hospital al que las mujeres pueden ir es el Policlínico de Kabul, un galpón sin agua corriente ni electricidad, sin quirófano. y con apenas 45 camas. Presionados por la OMS, los talibanes permiten que las afganas acudan a las urgencias. Pura mentira: primero, porque las mujeres no pueden desplazarse a los hospitales (les está prohibido tomar autobuses o taxis); y segundo, porque, si consiguen que un, familiar las lleve, los médicos las echan. Hace nada se negaron a atender a una mujer, quemada en el 80% de su cuerpo, para no tener que desnudarla. Pienso en su desesperación, y en ese dolor casi inimaginable. Y, sin embargo, los talibanes tienen madres, tienen hijas. Cómo pueden.

El sistema sanitario de Afganistán se está hundiendo, como antes se hundió el educativo. Porque a las niñas se les ha prohibido estudiar y los niños carecen de maestros: el profesorado era femenino, y ahora todas esas mujeres bien educadas han sido encerradas bajo llave. El terror talibán está sepultando al país en la barbarie: esos psicópatas están inmolando a todo un pueblo, como si fueran adeptos a una secta que conduce al suicidio colectivo. Y la llamada comunidad internacional, cruzada de brazos mientras tanto. Cómo podemos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_