"En la sierra de Madrid hay una planta letal llamada acónito"

Roberto Pelta explica que una alergia es una forma peculiar de envenenamiento, ya que en la reacción alérgica nuestrase células .iberan sustancias que a veces se comportan como tóxicas. Lo normal es que no comprometan la vida, si bien en ocasiones pueden ser mortales, como sucede con aquellas personas que sufren un shock anafiláctico por la picadura de una abeja. "Es más, puedes tomar una fruta como postre desde la infancia y un buen día ese mismo producto te envenena", explica este médico madrileño de 38 años, que ejerce como especialista en alergología en el hospital Gregorio Marañón y ha escrito el libro El veneno en la historia, editado por Espasa. Leyendo esta obra divulgativa se descubre que no hay especie tan venenosa como la humana, pues ningún otro ser vivo ha sido capaz a lo largo de su evolución de manipular y fabricar tantas sustancias letales. La estricnina que contienen las semillas de la nuez vómica ha servido para cometer no pocos asesinatos; el veneno de la víbora se ha empleado para emponzoñar puntas de flecha y el ácido cianhídrico, que se libera del cianuro, lo utilizaron los nazis en las cámaras de gas durante la II Guerra Mundial. Son algunos pocos ejemplos.Pregunta. ¿Hay algún envenenamiento masivo en la historia de Madrid que recoja su libro?

Respuesta. En el siglo XVIII el uso generalizado de utensilios de alfarería y barro vidriado provocó una epidemia en la que murieron centenares de personas. Se conoció como el cólico de Madrid y fue un médico vasco, Ruiz de Luzuriaga,. quien llamó la atención sobre la necesidad de sustituir las sales de plomo que tenían esas piezas por otras arcillas y avisó del peligro de usar almireces de cobre.

P. ¿En nuestra región hay muchas plantas y animales venenosos?

R. En la sierra de Guadarrama por ejemplo, se encuentra un planta muy tóxica que se llama acónito. Es parecida a la amapola, aunque sus flores son de -color azul violáceo. Si se ingiere puede causar la muerte, como le ocurrió a un estudiante de Ingeniería Agrónoma el pasado mes de septiembre en Madrid (véase EL PAÍS del 30 de septiembre). También hay que tener cuidado con las setas ahora que estamos en temporada y alejarse de las serpientes, por si acaso se trata de una víbora.

P. ¿Diría usted que Madrid envenena?

R. Como toda ciudad con muchos habitantes, tiene contaminación y cuanto peor es la calidad del aire mayor es la incidencia de alergias. Además puede haber nubes tóxicas escapadas de alguna fábrica química y vertidos industriales nocivos para la salud, pero en general creo que cada' vez hay un mayor compromiso de la sociedad y las autoridades para mejorar el medio ambiente. A mí me gusta mucho vivir en Madrid, creo que es un veneno que no mata.